SINOPSIS

Él no estaba preparado para esquivarla.

Emma Brown está en problemas. En muy serios problemas. Cuando su muy imbécil y bastardo padre decide que ya no es lo suficientemente buena como para seguir pagando por sus estudios, comenzó su encrucijada.

Sola en Boston y teniendo que aplazar su carrera por todo un semestre, tiene que buscar un nuevo lugar donde vivir y un trabajo que la mantenga. Cuidar bebés no estaba en su cronograma, pero es la única opción que tiene. Lastima que su mejor postor sea un témpano de hielo al cual por alguna razón no se puede resistir.

Nicholas Stevens también está en problemas. En una situación algo inusual. Situación que viene envuelta en un pañal lleno de popó.

Tuvo menos de 24 horas para hacerse a la idea de que tenía una hija antes de que la tragedia llegara. Ahora, además de un tío gruñón que solo quería matarlo en ocasiones, su hija solo lo tenía a él en el mundo. Y con solo verla se dio cuenta de algo, él haría cualquier cosa por ella. Incluso aprender a cambiar pañales.

Por eso, cuando su agente consigue una niñera para su hija está claro que no iba a decir que no. Hasta que la pequeña mujer de ojos de ángel y cuerpo de tentación entró a su departamento. Emma Brown está a punto de ser su perdición y él lo sabía. Sobretodo porque no podía darle lo que ella quería. Ese barco había zarpado años atrás cuando se juró así mismo que ninguna mujer le iba a importar lo suficiente como para vivir y respirar por ella otra vez.

Ambos deben aprender un par de cosas en el proceso y hay solo una precaución. Ten cuidado de no dejarte alcanzar.

Para Emma es demasiado difícil hacer que su cabeza y su cuerpo estén en la misma página, cuando el único hombre que parece derribar todas sus barreras con una sola mirada no quiere ni siquiera sostener una conversación con ella.

Nadie le dijo a la ex-princesa de la ciudad ni al sexy y arrogante Quarterback que iba a ser fácil.

Y sólo uno logrará salir del campo con su corazón intacto...