Capítulo 21. La lucha también es una danza

Shauna

Era casi hora del baile, había dejado todo listo en el gran salón de actos, por fin podía relajarme un poco y enfocarme directamente en mí. Compré un vestido dorado ajustado que resaltaba mi figura con unos tacones negros para darle algo de sobriedad, estaba más que segura que me vería radiante. 

Tocaron el timbre, bajé rápidamente y al abrir me encontré con Katherine y Maya que se arreglarían conmigo, traían sus bolsos y vestidos, junto con unas cuantas cervezas. 

—Así que decidieron comenzar la fiesta temprano—  dije sonriendo 

—Que bien nos conoces corazón—  sonrío mi cuñada abrazándome 

Pusimos algo de música y comenzamos a prepararnos, teníamos que estar perfectas pues esta sería la última vez que disfrutaríamos con todos nuestros compañeros de curso, solo de pensarlo sentía la nostalgia y las ganas de llorar, en este año han pasado tantas cosas y mi vida ha evolucionado de una manera que nunca imagine. 

Cuando por fin estuvimos listas era casi la hora de salir a la fiesta, Jasper había quedado de venir a recogernos y los demás nos esperarían en la escuela, nos veíamos esplendidas, nos tomamos varias fotografías mientras esperábamos a mi novio, escuché el claxon, bajamos rápidamente las escaleras, subimos al auto de Jasper y le di un rápido beso. 

—Estas preciosa—  sonreí —Chicas ustedes tan bien están muy lindas— 

—Gracias— respondimos al mismo tiempo 

Llegamos bastante rápido al instituto, todos los chicos nos esperaban en la puerta, incluso los demás legionarios que fueron invitados, bueno, todos menos Trina. Me sentía un poco mal por todo lo que ocurrió y quería disculparme por cómo ocurrieron las cosas.

—Todos se ven muy bien— dijo Katherine cuando nos juntamos con los demás. 

Ellos solo sonrieron, Yojan se acercó a ella y tomo su mano. 

—Chicos gracias por venir y compartir esta noche con nosotros— dijo Jasper con una sonrisa y ese tono de líder que le caracteriza. 

—No, gracias a ustedes por hacernos partícipes de esto— dijo Teo sonriente. 

—Así que, ya que estamos todos, vamos a pasarlo en grande— Kira sonrió y debo admitir que su energía era contagiosa. 

Entramos al salón de actos que parecía una enorme discoteca, las luces estaban en el punto perfecto y la música se escuchaba con calidad. 

—Esto es increíble— dijo Marco

—Esta escuela es increíble— Eloise miraba todo con suma atención. 

—Nos alegramos que les guste— Arístides sonrió cortes —¿Saben algo de Trina? — era normal que preguntara luego de todo lo que ocurrido. 

—Realmente dudo que venga— Kira comenzó a hablar —Sabe que no es del todo bien recibida, además de eso nosotros discutimos con ella pues luego del altercado que tuvieron ayer, comenzó a hablarnos mal de ustedes, intentamos no darle importancia, hasta que menciono tu nombre y el de Philiph, Leo se puso furioso y le reclamo sobre su forma de expresarse, ella lo miro con odio y le dijo que era un ser impuro por ser un demonio, Amelia se molestó e hizo que le desapareciera la boca porque estaba cansada de escucharla, Trina intento golpearla y Eloise la amarro con unas enredaderas para que no pudiera moverse, cuando sentimos que se calmó, le devolvieron la boca y la dejaron libre, ella solo nos miró con rencor y se fue— luego de terminar la historia Kira respiro profundamente. 

—¿Quieres algo de agua? — le pregunto Marco una pequeña sonrisa, todos nos reímos. 

—No gracias grandote, estoy bien— 

—¿Ha ustedes no les molesta que Arístides y yo seamos pareja? — 

—Para nada Philiph, además ustedes dos se ven muy felices juntos, nadie tiene derecho a meterse con sus sentimientos— Leo le dedico una sonrisa cálida a ambos. 

—Muchas gracias por defendernos y ser tan comprensivos en cuanto a esto— Arístides estaba algo sonrojado después de esas palabras, todos le sonrieron incluidos nosotros.

El resto de la noche pasó de forma normal, nuestros guardianes estaban alrededor para estar seguros que todo marchaba de forma correcta. Al cabo de unas horas, Trina apareció con cara de pocos amigos, a pesar de esa extraña expresión en su rostro se veía bastante linda. No se acercó a ninguno de nosotros y no hicimos intento de acercarnos a ella. Todos bailábamos y nos divertíamos, realmente habíamos congeniado bastante bien. 

Entrada la madrugada la fiesta seguía bastante activa, ya habían coronado al rey y la reina del baile, ya se habían escuchado las palabras del director y la exhortación a que nos aventuráramos a una vida universitaria. 

Estaba bailando con mi chico y sin darme tiempo a reaccionar caí al suelo con Jasper encima de mí, todos gritaban y corrían, me puse de pie rápidamente y fue cuando me di cuenta que una enorme bola de fuego había dado de lleno en la pared derecha del auditorio, los chicos se iban huyendo por la puerta de emergencia, mientras por la puerta principal entraban varios seres con túnicas negras, uno de ellos hizo otra bola de fuego negra y la lanzo directo hacia leo, este dio un salto esquivando el ataque. 

—Chicos agrúpense— todos seguimos la instrucción de Jasper, en un segundo estábamos en nuestra forma mágica y los encapuchados se detuvieron.