Por favor.

Apenas abrió los ojos el aroma de huevo frito y kimchi la despertaba, a lo lejos alcanzaba a distinguir una silueta que andaba de un lado al otro en un traje blanco con cinta negra atada a la cintura. Pronto la figura se acerco sorprendiéndola al caer a su lado.

—Despierta ya dormilona, es tarde, el almuerzo esta servido.

—¿Es tarde ya?

—Las diez.

Alicia se cubrió con las mantas. —Es muy temprano.

—Vamos el día es largo, todavía podemos disfrutarlo antes de que te lleve a tu casa.

—En eso tienes razón. —deslizo las mantas hasta descubrirse.

—¿Qué llevas puesto?

—Te gusta, escuché que a las latinas les gustan los hombres con uniforme así que decidí usar mi Dobok, es hermoso ¿verdad? —sonreía.

—No sé de dónde sacas que a las latinas nos gustan los uniformados y además me parece que ese traje no es precisamente a lo que se refiere, pero la verdad es que te ves muy dulce.

—Ani, se supone que debo verme rudo.

Se levantó y tomó su posición de ataque. —De nada sirve verme dulce le daría ventaja a mi oponente.

—Aquí no hay ningún oponente, o ¿lo soy yo?

—Qué te parece el tipo de Stray kids, antes me caían bien pero ahora no tanto, qué dices debería retar a tu vecino a un duelo de taekwondo —comenzó a dar patadas al aire.

—No es necesario, te lo dije ya HyunJin es solo mi amigo y él sabe lo mucho que te amo.

Se levantó hasta rodearlo con sus brazos por el cuello, Jungkook dejo sus poses y la tomó de la cintura.

—Voy a creerte sobre eso, pero promete que si alguien más, quien sea decide acercarse con otras intensiones a ti me dirás.

Alicia se mordía el labio inferior, —lo prometo aunque no creo que sea necesario.

—Debe serlo, eres tan hermosa, — se mecía de un lado al otro con la chica entre sus brazos. — Pero eres mi novia, lo siento por los demás se perderán del sabor de tus besos, — la beso sin dejar de sonreír. —Ahora deberíamos ir a comer algo.

El móvil vibraba sobre la mesa, la mirada de Jungkook se fijo en la pantalla, casi se atraganta al leer el nombre en el identificador. Atendió la llamada luego de dejar pasar el primer timbrazo.

—No quiero que te asustes de acuerdo —dijo apartando el móvil, — Hitman esta aquí apunto de entrar.

Los pensamientos de Alicia trabajaban  aprisa, sabía de quién hablaba, sin duda a quien más le temía era a el hombre que atravesaba la puerta principal con un bello auto negro que dejó estacionado.

—¿Cómo puedes pedirme eso, estoy a punto de ser descubierta por...?

—El CEO, sí, pero no te comerá.

—Entonces dime, ¿por qué tienes cara de terror?

—No tengo cara de terror, tu tienes cara de terror, pero relájate por favor, todo estará bien.

Terminó de decir cuando el hombre de camisa a cuadros y bermudas dejaba sus zapatos en frente de la puerta, el anciano le entregó un par de pantuflas y después dio el siguiente paso.

La chica temblaba de nervios y sentía que se desmayaria en cualquier instante, le pareció más imponente que en las entrevistas incluso con su forma tan desfachada de vestir y su andar que le recordaba a un oso panda con ambos brazos colgándole a los lados de aquella barriga.

—Annyeonghaseyo Jungkook ssi —dijo con una voz que resonó fuerte.

—Annyeong hasimnikka Hitman — respondió el chico reverenciando.

—Annyeonghaseyo. —susurró Alicia bajando la cabeza y escondiendo la mirada como si fuera culpable de algún delito.

Bang SiHyuk la miró con molestia.

—Jamsi naolago hae. —Se dirigía a Jungkook.

—Yeong Bang, le pido por favor déjeme explicar, amo a esta chica, ¿podría no juzgarla mal antes de conocerla?, ella se ganó mi corazón y estoy dispuesto a todo por ella.

—No le haga caso, no sabe lo que dice...—Alicia se adelantó, ambos hombres la fulminaron con la mirada. — Joesonghabnida. — retrocedió guardando silencio.

Bang SiHyuk volvió los ojos a Jungkook —Me parece que tu chica es entrometida pero esta bien si quieres que se quede a escuchar lo que voy a decirte, tal parece que sabe nuestro idioma, le has enseñado tú supongo, todo el tiempo que pierdes con ella debe servir para algo. Ahora te diré lo que vamos hacer ya que al parecer ayer todos te vieron con cierta desconocida y ahora su rostro esta en todos los medios de Corea del Sur, en todos —precisó— no entiendo por qué lo hiciste de esta forma, entiendo que el contrato se terminó hace un año, pero aún con eso debiste fijarte en quien ponías los ojos, van hablar, hablaran mucho y sabes cuanto será juzgada en este país y tu y solo tu seras el culpable de si esto la lleva a sufrir un colapsó, no esta acostumbrada a la atención y creo que sabes lo que le espera una vez que salga de aquí, no podrás protegerla todo el tiempo. Considero que no lo tuviste en cuenta ¿cierto? Ahora ambos estarán bajo la mira, si salen, si van, a dónde sea que se encuentren tendrán las miradas puestas en ustedes, en ella.

—Me encargaré de que todo este bien, daré un comunicado y le pediré a la gente que me entienda.

—¿Qué harás con las Sasaeng? Aún lidiamos con ellas, crees que tu novia logre salir ilesa.

—Te lo he dicho la protegeré si es necesario con mi vida.

—¿Tan enamorado estas de esta chica?

—Señor Bang —espetó Alicia, de inmediato captó la atención del hombre de ceño fruncido. — No sé si podre expresarme bien, pero lo intentaré. Como Jungkook oppa, yo estoy dispuesta a entregar mi vida por él, yo haré lo que usted pida solo por favor no me aleje de él, porque en serio lo amo, no soy una fanática loca que se esta aprovechando de la fama de su idol favorito, solo soy una simple chica que se enamoró, no quiero que esto que siento sea una barrera, yo siempre le he dicho que lo que más deseo es que sea él mismo y que haga lo que más ama, que es sin duda alguna estar con los bangtan. No lo culpe a él de nada, fue algo que ninguno de los dos teníamos planeado, pero no me arrepiento de nada y si he de sufrir las consecuencias lo haré, después de todo no hay nada que no soporte por amor.