La desgraciada semana que me enamoré de ti

Camille y Jarek no son exactamente las personas más agraciadas socialmente hablando.

Camille al ser tan poco interesada en las personas en general, con la sinceridad por delante y una inclinación a responder de forma ingeniosa a cualquier cosa que le digan, ahuyenta a amistades potenciales. Tampoco es que le afecte.

Jarek, por su actitud fanfarrona, egocéntrica y agrandada, tampoco figura como uno de los más simpáticos.

Estas dos personas, tan iguales como distintas, pasarán toda una semana conviviendo constantemente, gracias a unas vacaciones previas a la boda de sus hermanos mayores, quienes podrían o no estar tratando de juntarlos a propósito.

Es obvio que existe química entre ellos, y todo el mundo lo nota. Lo que falta es que alguno se anime a dar el siguiente paso.

¿Lo harán?