Ojos que no ven, amor que se siente

Para Leopold quien lo tenía todo, una novia, muchos amigos, un gran trabajo, dinero, libertad, felicidad… Hizo que en una sola noche perdiera todo eso en un accidente que lo dejo ciego y por poco lo derrumba en un abismo oscuro en el cual hasta el día de hoy no ha llegado a salir.

Con el paso del tiempo, aprendió que demostrarse débil solo sería un dolor de cabeza para las personas que se encontraban en su alrededor, teniendo que depender de él y de su discapacidad; él no necesitaba de la compasión o de la tristeza de muchos que lo ven como un ser inválido, pero al creer que nadie comprendería su estado, tuvo que mostrar su lado más oscuro para tener que resguardar la poca dignidad y orgullo que le queda.

Pero ¿podrá guardar ese temperamento y carácter frío y duro con la llegada de Liv?