Capitulo XX

El sol, la Luna y la Noche.

Me encontraba en mi habitación, vestida de chica, aun para mí no era fácil, pero tenía que seguir adelante con lo planeado. De repente escuché dos golpecitos en mi puerta.

¿Quién es? – logré preguntar.

El sol y la luna hemos venido a darte la bienvenida – fue la respuesta, en coro de dos voces muy conocida por la azabache.

¡Voy! Un momento ¡por favor! – me dirijo a la puerta, para quitarle el seguro y dejar que mis visitas pasen.

De repente entran a la habitación, los mellizos DD, por fin en personas, y no detrás de una pantalla, ambos de la misma altura de 170 cm. Dylan de cabello ondulado rubio, con unos ojos expresivos color negro, que mostraba una sonrisa muy coqueta, guapo, siempre alegre, amable, más extrovertido. A su lado se encontraba Dina, de cabello largo, ondulado, de color platinado, con ojos expresivos color miel, labios carnosos, de sonrisa hermosa, bella, amable, es más madura, sabia, detallista e inteligente, e introvertida (esto último, es con los demás) pero conmigo es igual de extrovertida que su mellizo.

-Entonces cerré la puerta y me lancé a darles un fuerte abrazo ambos – por fin los puedo abrazar y conocerlos en persona DD.

Ellos de igual manera le respondieron el abrazo a la azabache.

Después se despegaron para mirarla mejor, ya que ella se había quedado detrás de la puerta, cuando les abrió la puerta.

¡Como siempre te ves bellísima! – dijo Dylan, dando una de sus sonrisas coquetas.

¡Cierto!, pero, ¿por qué no te has vestido aun? – dijo Dina.

Es que aún no me siento lista – dije tristemente.

- ¡Ey! No pongas esa cara que, no me gusta cuando las hermosas flores se apagan. ¡Veras que todo va a salir bien!, porque nos tienes a nosotros, tus hermanos.

-En eso apoyo al 100% a esté cabeza hueca, pero de corazón puro que es mi hermano.

- ¡Gracias! por sus palabras de ánimo, ¡ya me siento mejor!, voy a cambiarme para bajar a desayunar.

Tardé unos minutos, y me presenté ante los mellizos, como el chico que se supone soy para los demás.

¡Hola!, ¿Cómo me veo? – nunca les mostré por video chat, a ninguno de los dos, como me veían de chico, pues tenía que ser en persona.

¡Vaya! ¡guau! Si, que das un cambiazo prima… digo primo ¡Je, Je, ¡Je!, espero no regarla, ¿verdad? – miró a su melliza en busca de apoyo, ya que esta no había dicho nada aún.

¡Dina!, ¿tan mal me veo?, pero si cuando practiqué con chicas, si les gusté ¿Qué acaso las chicas de aquí son diferentes?, ¡dime, plis!, tal vez con tu ayuda, me mejoré o haga algo al respeto – fue lo que dije, al ver que mi prima no respondió, y no me miraba a mí, sino su mirada estaba hacia el suelo, luego no se si vi mal, pero pareció que estaba ruborizada.

- ¡Ey! ¿Qué pasa hermanita?, de plano Aike, ¿no cumple los requisitos como chico?

¡No! no es eso, lo que pasa es que es algo que… - la mirada de Dina aún seguía para otro lado, menos mirando a su prima - ¿Cómo actuaron las chicas con las que practicabas?, algo que puedas decir.

-Pues ahora que lo mencionas, todas se quedaban un rato mirándome raro, como…

¡Como un bicho raro!, ¡eso es feo!, ¡está mal!, si una chica nos mira así, estamos perdidos – dijo Dylan en modo preocupado.

- ¡Dylan!, déjala que termine de explicar, ¡por favor! sí.

- ¡Perdón! oye esta rojita tus mejillas, ¿Por qué?

- ¡Eso no es cierto!, ¡tonto! deja de decir idioteces.

Pues es verdad, ¿verdad? Aike – señalo Dylan.

- ¡Pues sí!, así como tú, actuaban algunas chicas, ahora por fin alguien me va a decir que es lo que pasa, ¿Qué ves tú?, ¿Cómo me ves tú?, ¿Por qué se quedan en modo hipnótica y se sonrojan? ¡dime!, yo lo intenté en ocasiones frente al espejo, pero no veo nada.

- ¡Si!, ¿eso pasa?, dinos entonces hermanita ¿tú que ves?

Aike, cuando eres chica, dices que los chicos ni se acercan a ti en modo de coquetear, ¡cierto! Eso fue lo que nos contaste – preguntó Dina.

-Si, ¿eso que tiene que ver cómo chico?

-Siempre que platicabas con nosotros, usabas gafas, ¿siempre es cuando usas la computadora? o ¿siempre usaste gafas todo el tiempo en tus clases?