Capítulo XLVI

Epílogo

—no entiendo que es lo que ganas con decirme tales cosas, yo creo en mi esposo y no tengo porque dudar de él —dijo seriamente cierta castaña.

—o es eso o que no quieres aceptar que lo que te digo es verdad. Y lo peor de todo que es con tu propia prima —mencionó descaradamente la chica de ojos violeta.

—¡mejor lárgate de mi casa y no vengas a envenenar y meter tal cizaña! —gritó Kai.

—bien dicen que la verdad no peca, pero incómoda. Y lo sabes ¡no? Solo que quieres hacerte la ciega, pero no soy la única que lo rumorea, el mar suena por algo. Nos vemos señora Tremblay —dijo felizmente, al ver que cumplió su propósito de la visita.

Stella White se va de la casa de la nueva familia Tremblay, dejando un ambiente turbio y cosas de que pensar.

La envidia existe en el mundo. Existe lo bueno como lo malo, siempre en equilibrio, un corazón puro puede convertirse en uno oscuro. Depende del camino que tome su dueño.