Capítulo XXIX

Festejo Grupal.

Una semana más ya se había pasado volando desde lo sucedido del olvido de las libretas y los dos besos dado al chico Tremblay. Ahora en todo el colegio estaban de festejo, el día de hoy no se dieron ningunas clases, solo los alumnos asistieron para festejar a lo grande ya que todo eso se debía a que el director estaba de tan buen humor, porque el colegio quedó como el mejor y primer lugar en competencia de todas las materias, si ese era la cereza del pastel pues por fin estaba siendo elogiado el colegio. ¡Y sí!, decir que los causantes de magnífica dicha era nada menos que los dos brillantes alumnos de Duodécimo grado, por parte de representación femenina esta nada más y nada menos que Stella White, y por parte de representación masculina era nada menos que Aike Tremblay.

Este ultimo arrasó con todo pues no solo sobresalió en conocimiento muy alto en todas las materias, sin incluida matemática, también ganó en el torneo de ajedrez, había sido una batalla muy dura, pero aun así el colegio Garland fue el ganador. Por eso es que se debía tener un día de descanso y relajación pues se lo merecía los alumnos prodigios.

En el salón

Yo opino que debemos ir al cine, ¿no creen? – dijo cierto rubio emocionado.

La plaza es una mejor idea – contrataco cierta Murphy.

¡Ustedes quieren ir de compras como siempre chicas! Reprochó Williams.

¡No es cierto! – dijeron en unió la mayoría de las chicas.

Que va, ¿entonces es para ir a tomar café y galletitas? – dijo sarcásticamente Williams.

Mira tonto ¡síguele y te vamos a dar una tunda entre todas! – amenazó Murphy y las demás chicas lazaban su mirada más asesina.

Pero es que no cabe duda que eres igual de pesada que tu hermanito – lo dijo en son de burla para cabrearla un poco.

-Eres un pedazo de…

¡Basta ya los dos!, se supone que hoy es un día para disfrutar que nos han dado todo el día libre, para relajarnos y ustedes ya quieren empezar una tonta pelea – dijo con voz seria y como siempre potente el más sensato del grupo.

¡Perdón! – dijeron ambos como unos mazos corderitos.

Me disculpo por compararte con tu bobo hermano – dijo Cormac.

Como sea, te disculpo solo porque ya se como eres de busca pleito – dijo Natasha.

Ves, y luego dicen que el insensible soy yo – dijo mirando a Marcus y al mismo tiempo señalando a su compañera.

Hay ya ¡por el amor a dios!, dejé de lloriquear, que ya me van a ser sangrar mis hermosos oídos con sus lamentos de niñas chillonas – dijo Elton ya fastidiada.

Ya decía yo que tu gran bocotá no se hubiera entrometido ya – resopló Cormac.

Eres un majadero, malcriado, bocaza – dijo Elton rojo de la ira.

¡Ya basta! – dijo ya casi con la paciencia por los suelos Marcus – es que, si no es Cormac contra Natasha, tiene que ser contra ti Elton, en verdad ¿cuándo van a madurar? y comportarse como jóvenes de preparatoria y no como unos adolescentes que no piensan.

Ya nos vamos a calmar y bajaremos dos rayas a nuestra ira voltaje – dijo Noah, para calmar la tensión que se estaba por salir de las manos.

-Si, tienes razón.

¡Cálmense amigos!, debemos mantenernos unidos como siempre – hablo cierto rubio de mirada avellana.

Es mejor respirar profundo y calmarnos – se unió cierto rubio de mirada como la noche encantador.

Estamos siendo unos trogloditas y no estamos quedando muy bien que digamos – comentó cierta peli platinada que estaba evitando entrometerse ante el caos, pero señalando dirección a la puerta pues los curiosos no faltaban – vean a lo que me refiero.

Todos asintieron con la cabeza y estaban apenados.

Creo que debemos ser consiente que estamos incomodando a las dos personas por lo que empezamos a planear la salida grupal – habló cierta castaña de mirada verde, que hasta el momento se había mantenido al margen.

Y todos voltearon sus miradas dirección al fondo, en donde se encontraba la pareja de prodigio con unas miradas tristes ante la situación que se estaban desarrollando en una discusión sin sentido.