Capitulo VIII: El Deber

SUSAN

Corro con bastante velocidad hacia los olinius quienes me esperan, no he entrenado nada pero mis instintos me hacen ser muy fuerte y capaz de luchar, empiezo lanzando energía a muchas, yo las derribo. Alaska se encuentra a mi lado, es demasiado buena con su energía, la verdad no me arrepiento enterarme de mi pasado.

Siempre me sentía una persona diferente y me encanta lo diferente, observo a Logan quien se ha convertido en un licántropo, lo reconozco a leguas, su pelaje es único y es demasiado grande.

-¡Quítate! – Alguien me empuja al suelo antes de que un hilo de energía fuese lanzado a mi cuerpo – concéntrate amiga.

Es Alaska, me ayuda a levantarme, me sonríe tiernamente, se ha hecho muy cercana a mí con su forma de ser, apenas nos conocemos hace unos días pero podría decir que es con la que más me identifico.

Las dos estamos enamoradas de alguien que no nos conviene y digo enamorada porque ahora me doy cuenta con tan solo unos días he sentido demasiadas cosas por Logan.

Dejando eso atrás, me enfrento contra un licántropo que le lanzo energía y la esquiva atacándome por la espalda, derribándome contra el suelo, intenta morderme pero un licántropo lo tira hacia el suelo, empieza a morderlo y mientras que yo me levanto y enojada lanzo energía a mis enemigas; me doy cuenta que el licántropo que me salvo es Tobías.

Nilia, Yanis y Brany luchan contra dos licántropos, le lanzo energía a uno de ellos y cae al suelo, siento que hice lo correcto pero parece que para Brany cometí un pecado porque me fulmino con la mirada.

Tal vez lo quería detener ella pero apenas podían atacarlo, creo que vamos ganando solo queda un licántropo que Logan solo con un empujón lo derriba, haciendo que este gruña, ellos se convierten de nuevo en humanos y ¡Santo cielo! Logan tiene el pantalón roto y si no se cubre enseñara todo, aunque quisiera ver ese amiguito erecto pero no quiero que las demás chicas las vean, iba acercándome para darle mi chaqueta pero Brany se adelante y se la pone encima.

-Gracias amor - ¡Auchh! Eso realmente dolió.

Logan le dice algo al hombre, cosa que no lo entiendo, creo que es el líder de la manada, según Tobías es Damon.

Este se enoja y lo tira contra el suelo, le grita un “Vete” y luego voltea  a verme a mi fulminándome con la mirada, ¿y ahora que hice?

Camina hacia mí y me agarra del brazo con fuerza, me quejo intentando quitarme su mano pesada, antes de que me lo quite, alguien se me adelanta y es Tobías.

-¿Qué te pasa Loga? – pregunta enojado quitando su mano de mi brazo, me atrae hacia el – la vuelves a tocar así y te juro que me las pagaras.

-Deja de desobedecerme por esta chiquita – responde Logan, ¡Chiquita! ¿Lo debo tomar como bueno o malo?

-No te hare caso si la sigues tratando como basura - ¡Al fin alguien se dio cuenta de mi trato desde que llegue aquí!

-Deja de ser un estúpido Tobías – ahora es Brany – necesitamos saber un poco sobre la vida de esta niña.

-¡Que no soy una niña! – exclamo enojada viendo a Brany, pero me gano una fulminada de Logan - ¿Qué quieren saber de mí?

-Muchas cosas – dice el hombre que me tiene enamorada – entre ellas, ¿recuerdas cuando tus padres murieron?

Un deja vu… hay alguien más quien me pregunto lo mismo pero no hace poco, hace mucho; ¡Lo tengo! Me acerco a Logan sin pedirle autorización, con energía atraigo la llave que tiene en su bolsillo que es de mi “auto”, como lo aprendí, sencillo “Alaska”

-¡Susa! – exclama enojado, pero no le respondo porque corro hasta la casa de nuevo, hay muchas olinius tiradas en el suelo porque las dejamos sin energía, llego hasta la cochera, entro rápido, al voltearme veo a Logan quien corre.

Claro al entrar enciendo rápido el auto queriéndolo atropellar, obviamente no se dejara. Manejo hasta la carretera, debo ir de nuevo donde el abogado Jones, los dejo atrás todos, bueno no todos. Alaska se transportó hasta el asiento del copiloto, no parece enojada.

-¿Y bien adónde vamos? – pregunta poniéndose el cinturón de seguridad.

-Ya lo veras – respondo sonriendo, dando mi mejor velocidad, no recuerdo bien el lugar por eso no me transporto, además la gente se asustaría que unas chicas aparezcan de repente a su lado.

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-¿Te puedo preguntar algo? – pregunta Alaska a mi lado, casi durmiéndose, llevamos dos horas en el auto pero ya llegamos hasta la ciudad.

-¿Dime? – hago que hable sin ningún problema.

-¿Te gusta Logan? - ¡A la gran puchica! Me descubrió, le hago una pequeña mirada sorprendida haciendo que ella se ría – tranquila, casi todos lo saben.

-¿Se me nota mucho? – pregunto asustada, ella asiente - ¡A la gran puchica! – pego en el volante con mis manos.

-¿Qué significa eso?

-¿El qué? – le respondo preguntándole.