Capítulo 20

Si Ariana creía que su día había empezado mal, el de Austin no era mucho mejor. Quitándose sus gafas de sol con indiferencia fue como paso a los reporteros que le hacían preguntas y tomaban fotografías a su ingreso a NVACTIONS. Esto evidentemente era una prueba de que su querido futuro suegro no estaba jugando.

—No puedo creer que esto te esté pasando a ti. ¿Qué es lo que Mitchael está haciendo al respecto? —preguntó Max, quien estaba más indignado que su amigo por las nuevas noticias del día.

—No veo que se pueda hacer mucho en esto. No había concluido todo el procedimiento de la firma del contrato aún, por lo que el productor es totalmente libre de elegir a quien quiera para el papel —respondió Austin, con inexplicable calma.

Max frunció el ceño y se quedó mirando a Austin.

—Sé que esto no representa el fin del mundo para ti, pero ¿hay algo que aún no me has contado? No parecías demasiado sorprendido de que Harvey decidiera prescindir de ti.

—Quizás sea porque tengo otras cosas más importantes en mente que el de convertirme en un personaje sediento de sangre —dijo Austin, poniendo el canal de economía sin entender ni una sola palabra de lo que decían.

—¿Desde cuándo te interesa ponerte al día con el estado de la bolsa? —observó Max al ver el comportamiento extraño de Austin. —¿Qué no me estás diciendo?

—Bueno, ya que lo preguntas… espero que tengas libre el último sábado de este mes. Y ve preparando tú mejor traje. Quiero que seas mi padrino de bodas.

Max se quedó mirándolo a los ojos y en cuanto lo entendió fue como si un millón de bombillas se encendieran en su cabeza. La sorpresa se quedaba corta a lo que realmente estaba experimentando.

—No puedes estar hablando en serio. ¿Vas a casarte con “La Reina del Hielo”? Porque es con ella, ¿cierto?

—¿Con quién más? Y hablo completamente en serio. Me caso en dos semanas con Ariana y quiero que seas mi padrino.

—Pero, ¿te has vuelto loco?

—Nada de eso, Max. Digamos que solo estamos siendo prácticos.

—¿Podrías explicarte?

—Primero debes prometer que no saldrá de aquí.

—Por el meñique —Max levantó su mano derecha y meneó su dedo para señalar la promesa.

Cuando Austin le dio los detalles de la entrevista que había tenido con su querido futuro suegro, y sus sospechas de que la decisión de retirarlo de la serie sea cortesía de este, Max se quedó completamente atónito.

—¿Tratas de decir que estás siendo obligado para casarte con ella? ¿Eso al menos es legal?

—Te equivocas. Ariana y yo decidimos casarnos como una opción que nos beneficie a ambos.

—Un matrimonio de conveniencia, entonces —señaló Max. —No te auguró nada bueno de eso.

Austin se encogió de hombros. —Es demasiado pronto como para asegurarlo.

Max rio irónicamente. —¡En verdad que eres increíble! Ahora solo espero a que en unos meses vengas y me digas que te has enamorado de la señora Lawrence.

Una pequeña sonrisa se le escapó a Austin ante la idea. —Eso ni soñarlo.

—Nunca digas nunca, ese es un dicho muy sabio que dice mi madre.

—No puedo creer que hayas accedido a casarte con Austin Lawrence—confesó Lory mientras se paseaba de un lado a otro por el jardín de Karina.

—Ya te conté cuales han sido las circunstancias, y al quedarnos sin opciones viables está ha sido la única solución—refutó Ariana. —Además viéndolo bien, no está tan mal.

—No niego que sea atractivo y posiblemente tenga buenas intenciones en el fondo, pero de eso a que estés enamorada de él hay una gran diferencia —protestó Lory observando a su amiga con ojos de preocupación.

—Bueno, las personas pueden casarse por varias razones, y el amor no tiene que ser necesariamente una de ellas.

—¿Y estás dispuesta a ser una más en su harem?

—Al parecer toda esa fama han sido malentendidos causados por su amigo.

—¿Y tú le creíste?

—¿Por qué no? Hasta el momento no me ha dado motivos para desconfiar de él. Prueba de ello es que papá prácticamente lo haya aprobado. Y tampoco es como si vaya a ser hasta que la muerte nos separe. Dos o tres años pienso que deberá ser suficiente.