Capítulo 8

El tour mundial "Into the Eclipse” había sido un éxito rotundo. Estaban en la cima. Cada país las recibió con gritos, pancartas, lágrimas y amor. Pero también con cámaras, presión y cansancio acumulado.

Después de su último concierto, Lunaria tomó un vuelo nocturno a Corea. No había dormido bien, no habían comido en paz, y sus corazones estaban hinchados de emociones confusas.

Al aterrizar en Incheon, eran las 5:48 AM.

La seguridad estaba lista, pero algo salió mal.

Demasiada gente.

Demasiado caos.

Demasiado cerca.

Las fans coreanas se agolpaban con celulares en alto, gritando, empujando. Entre ellas se camuflaban varias sasaengs con cámaras profesionales y rostros cubiertos.

Ava iba con mascarilla, gorra y auriculares. Intentaba no mirar a nadie. Pero cuando un grupo de chicas rompió el cordón de seguridad y una de ellas tiró de su brazo para tomarle una foto…

CRACK.

El sonido no fue real. Fue su mente rompiéndose.

El corazón le latía descontrolado. El aire dejó de llegar. Se encogió contra el suelo, cubriéndose los oídos, con lágrimas rodando bajo la mascarilla.

— “¡Ava, mírame! ¡Soy yo!” —gritó Soléne, empujando entre la multitud mientras Hana protegía a Nari con los brazos.

— “¡Llamen a seguridad extra, ahora!” —gritó el manager.

Thalía estaba paralizada, con el rostro helado. Céline se quitó la chaqueta y cubrió a Ava, mientras Aerin y Yume hacían un escudo humano a su alrededor.

El aeropuerto se congeló.

— “¡Paren ya! ¡Ella está teniendo un ataque de ansiedad!” —gritó Soléne, con la voz quebrada y llena de furia.

Finalmente, el staff logró abrir paso. Las chicas salieron en una van blindada, y Ava no soltó la mano de Soléne en ningún momento. Estaba temblando, con los ojos perdidos y las palabras ausentes.

—♥︎—♥︎—

Ava no recordaba cómo llegó a la entrada de la empresa. Lo último que sintió fue el calor de muchas manos, los gritos de los fans, los flashes de las cámaras.

Soléne iba a su lado, pero en algún momento, en medio de la confusión, la soltaron...

Y entonces…

Una voz entre todo el ruido. Una voz suave, grave, que se sintió como un abrazo en medio de un incendio:

— “Ava… soy yo, Lix. Mírame, por favor.”

Ella parpadeó con lágrimas. El rostro de Felix se acercó con cuidado.

Sin dudar, él la cargó en brazos. Como si no pesara nada. Como si sostenerla fuera lo más importante del mundo.

— “Ya estás a salvo, Lunita. Yo te tengo.”

Ella no pudo decir nada, solo lloró en silencio, aferrándose a su chaqueta mientras enterraba la cara en su cuello. Su cuerpo temblaba, y él la apretó un poco más fuerte.

Casi no podían caminar entre la prensa que se amontonaba en la entrada de JYP. Entonces, la escena se transformó.

De pronto, salieron Jihyo y Momo se interpusieron delante de Ava y Felix, estirando los brazos para bloquear las cámaras.

— “¡Basta ya! ¿No ven que está colapsando?” —gritó Momo con furia inusual.

Yeji de acercó corriendo, tomó a Soléne de la mano y la arrastró lejos de la prensa con firmeza.

Haewon y Lily abrazaron a Yume y Thalía, protegiéndolas de los flashes.

Wonpil y Young K formaron una barrera con sus cuerpos, literalmente haciendo una muralla humana.

En medio de todo, Felix caminaba decidido con Ava en brazos, guiado por Bang Chan, que abría paso entre el caos con la mirada llena de furia y protección.

— “¡Ella necesita paz, no portadas de revistas!” —gritó Chan.

Finalmente, las puertas se cerraron.

El silencio cayó como un manto.

Felix llevó a Ava hasta la sala de descanso más cercana. Se sentó en el sofá sin soltarla. Ella aún lloraba, pero ahora de alivio.

— “¿Sabes qué es lo más brillante del universo?” —susurró Felix en su oído.

— “…¿Qué?”

— “Una estrella que sobrevive a la oscuridad.”

Ava soltó un sollozo ahogado, y por primera vez en horas, se sintió a salvo.

Poco después, JYP publicó una imagen sin texto:

Ava, dormida sobre el pecho de Felix.

Un brazo cubriéndola.

Una lágrima cayendo por su mejilla.

#ProtectLunaria y #LuniverseWithAva se volvieron tendencia mundial.