Capítulo 17 | Fiesta y sorpresas

La verdad ni siquiera pude cerrar los ojos en toda la noche. Todo lo que me contó Chris fue demasiado.

Ahora tienen sentido todos los rumores acerca de él.

Pero no es así, yo lo conozco, quizás pudo dejar todo eso, quizás sólo la gente piensa esas cosas... Ojalá ese quizás, se hubiera quedado en eso. En una palabra...

El sonido del elevador me sacó de mi trance.

Al parecer Cal ya se había ido o se quedó dormido, pero no quise averiguarlo, realmente iba tarde. Como siempre.

Llegué muy apurada a la clase, efectivamente ya había comenzado pero aún así la maestra me dio permiso de entrar. Hailee ni siquiera me miró al tomar mi asiento habitual que es junto ella, pero no importó, porque su vista estaba centrada el frente, obviamente escuchando la clase.

Las clases se me pasaron volando, tal vez porque la mayor parte del tiempo me quedé dormida.

Corrí hacía la cafetería para el almuerzo, mi mejor amiga ya había desaparecido. Los divise a todos en una mesa y me alegré, este día apenas comenzaba y ya estaba siendo pésimo. Sin mencionar que yo misma había olvidado mi cumpleaños.

Nunca había tenido uno así, con un día tan malo.

—¡Hola chicos!— saludé en cuanto me senté. Todos me miraron extrañados, como si no fuese su amiga.

—Hola Sam.— sólo respondió Luke seco.

Fui por mi desayuno y volví enseguida, el silencio nos acompañaba, a excepción del ruido de otras mesas y charlas de los demás.

—Tengo que ir a terminar un proyecto. Nos vemos.— Calum se levantó de la mesa, sin más preámbulos y se fue.

Bien, todos seguían actuando bastante raro. Por lo menos esperaba una pequeña felicitación de todos.

La hora del almuerzo terminó y todos volvimos a clases, nunca me había alegrado eso, el ambiente con mis amigos era raro.

Durante todas las clases Hailee me ignoró, ni siquiera me miraba. Así que a la hora de la salida, preferí no molestarlos e ir directamente al restaurante. Quizás allí mis compañeros si tengan al menos unas palabras lindas para este cumpleaños horrible que estoy teniendo.

—¡Chicos!— saludé entusiasmada. Eran mi ultima esperanza. Alex y Chris sólo hicieron un movimiento de cabeza a forma de saludo.

Genial. Este día no puede estar peor.

Ni siquiera ellos lo recordaron, quería llorar, pero me contuve y me puse mi uniforme.

Quizás Chris no quiera hablarme por lo de ayer... Pero Alex, ¡Alex tenía que hacerlo!

El día transcurrió normal, ningún cliente que alterara el orden ni nada parecido.

Al fin ya podría ir a mi casa a... ¿Llorar? Tal vez...

—¡Sam, Sam!— Escuché a Chris y a Alex detrás de mí, ya había salido del establecimiento y ellos venían corriendo hacia acá.

—¿Qué pasa?— Rodé lo ojos, realmente ya no tenía ánimos de hablar con nadie.

—Te acompañaremos a casa— Chris afirma y ambos sonríen extrañamente. Yo negué rápidamente con la cabeza, pero es imposible, ambos se enganchan en cada uno de mis brazos y me arrastran hacia mi departamento.

—Tengo mucho sueño, ¿Podrían dejarme sola?— Les pido de la manera más amable en cuanto llegamos frente a mi puerta, porque sí, me llevaron hasta ahí.

—Sí, Sam, como digas— Alex dijo, con una sonrisita nerviosa. Ninguno de los dos se movió de detrás de mí.

Abrí la puerta ignorándolos por completo, estaba bastante enfada.

Todo mi departamento se encontraba oscuro, me pareció extraño ya que aún hay luz del día. Encendí la luz y casi muero del susto al hacerlo.

—¡SORPRESAAA!— Un gran grito casi me deja sorda. No esperaba nada de esto. Miro a los chicos detrás de mí, y estos ya están adentro con los demás.

Ni siquiera puedo creer cómo hay tanta gente, sólo conozco a Luke, Mike, Ashton, Calum y Hailee: mi grupo de amigos. Oh, y a Chris y Alex. Los chicos adornaron la casa de una forma extraña, taparon las ventanas con tela negra y las pintaron con colores neón, pero sin una forma exacta, sólo manchas y líneas. Hay un enorme letrero con el típico "Feliz cumpleaños" y mi mesa esta llena de bocadillos, y claro, alcohol.

No quería nada de esto, pero vamos, ¿A quién no le gustaría una fiesta sorpresa?

Me acerco a mi grupo de amigos, bueno, los que están ahí. Ya que la parejita de novios ya esta en el centro de la pista bailando, la verdad ni me di cuenta cuándo pusieron música a todo lo que da.

—¿Te gusto la sorpresa, Sam?— Luke inicia la conversación. Yo asiento feliz. Enseguida me atrae a sus brazos. —Feliz cumpleaños...— me susurra en mi oído, pero no sabría descifrar el tono con el que lo dijo, tal vez la música tan fuerte distorsiona las cosas.

Mike también hizo lo mismo que Luke, pero este si tiene un tono amable; llegó el turno de Ash, y me emocionó bastante, me abrazó muy fuerte, deseándome un feliz cumpleaños y diciéndome cuán linda me veía hoy, a pesar de que ni siquiera me tomé el tiempo para arreglarme para una fiesta.

—Ahora entiendo porque se comportaron tan raro— sonreí aliviada. Los tres asienten. Luke y Michael se dirigen hacia la mesa, buscando algo de beber.

Busco con la mirada a mis compañeros de trabajo, seguramente ellos también sabían esto. Ashton me imita.

—¿A quién buscas?— Me miró.

—A Chris y a Alex— sonreí mirándolo también, haciendo que me olvidará de los chicos.

Se ve tan lindo.

Mi relación con él ha cambiado un poco, pero me encanta.

Luke llegó junto a nosotros dándonos un vaso a cada uno, fruncí el ceño, no me agrada mucho eso de tomar, pero hoy era mi cumpleaños así que accedí. Ashton tampoco lo aceptó con mucha confianza, pero terminó igual tomándolo.

Luke nos observaba detalladamente, estaba en una esquina hablando con Michael, pero podía sentir su mirada.

—Vamos a bailar.— Tomé la mano de Ash y fuimos hacia la pista improvisada en mi sala.

No sé cómo, pero ya sentía la adrenalina correr por mis venas, no había tomado nada más que lo que me dio Luke. Sí, dicen que nunca aceptes vasos que no veas tú mismo lo que contiene, pero tratándose de Luke, te intimida hasta hacerte "confiar" en él. Ashton estaba igual o peor que yo, jamás lo había visto tan alegre.