Capítulo 34

Amber

Llevo esperando a Son ya media hora. Todo el mundo me mira con superioridad. Yo no pienso en esas personas porque estoy centrada en estudiar. Me preocupa bastante el examen porque estas últimas semanas no he podido estudiar tanto como me hubiese gustado.

Minutos más tarde una fragancia nunca antes olida entra por mi nariz. En décimas de segundo se me acelera el corazón. Me doy rápidamente la vuelta y me quedo completamente paralizada.

Ha llegado completamente cambiado. Nunca había visto a Son así. Va bien vestido y lleva colonia y gomina. Bajo la mirada sin que se note mucho.

“¡Lleva zapatillas!”

Por primera vez lo veo con algo que no sea chanclas. Estoy sorprendida. Le queda muy bien todo.

Incluso ha conseguido que se me olvidará porque estaba enfadada con él.

—¿Estás bien? —pregunta con tanto mientras deja la libreta sobre.

—Si… si —trato de recomponerme lo mejor posible para que no se note desde fuera que estoy sorprendida con su nuevo look.

Se sienta a mi lado. Huele tan bien que consigue que mi corazón se detenga y vaya super lento.

—¿Cómo llevas el examen? —me pregunta cuidadosamente como si fuera de puntillas.

No estoy pilotando ahora mismo dentro de mi cabeza. Ahora voy con el control automático puesto y no soy consciente de lo que preguntar o responder. Me he quedado tan atónita…

—¿Perdón? —le devuelvo la pregunta.

De nuevo me vuelve a hacer la misma pregunta.

—Bien, estoy repasando —aunque realmente la última media hora que he estado esperando a que viniera me he dedicado a observar al salseo de quien entraba y quién salía y si me miraba alguien.

Ahora es Son el único que me observa.

Son se sienta a mi lado y empieza a decirme lo que lleva mejor y lo que lleva peor.

Después de estar un par de horas estudiando con él me doy cuenta de que lleva el examen bastante mal. Creo que voy a tener que ir más días a estudiar con él. Así de esa forma voy a poder pasar más rato al lado suyo.

Salimos los dos a la calle y ya es de noche.

El día ha pasado muy rápido. Desde esta mañana que he quedado con Son en la puerta del instituto mientras miraba los adornos de Navidad hasta llegar a enfadarme con él por pintarme el libro pero viéndolo horas más tarde he de reconocer que no queda tan mal salirse de las reglas de vez en cuando.

Al fin y al cabo me ha hecho reir y feliz. Y eso es lo que provoca cuando estoy a su lado. Como hemos hecho esta tarde mientras estudiabamos. He estado tranquila y relajada. Y eso nunca me había pasado antes con ningún chico.