Capitulo 25

"Aunque lo desearas; nada volveria a ser igual"

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Matias Henderson 

Después de dejar a Federico en la casa y que Lucia y yo no fuéramos ella comenzó a cuestionarme sobre porque Fabiola no sabe que me quedo con Emma, como excusa digo que no he tenido la oportunidad de decirle pero realmente no lo he hecho porque tengo miedo de que Fabiola se moleste con Emma, son muy buenas amigas y no quiero que Fabiola piense mal y ellas dos terminen mal por mi culpa. Si Fabiola se entera la va a odiar, estoy seguro de eso.

—  ¿Por que te importa tanto Emma?—  sigue haciéndome preguntas. 

—  Porque es mi amiga.

—  ¿Estas seguro de eso? 

—  No—  respondo sabiendo que no le puedo mentir.

—  ¿Por que no admites lo que sientes por ella?—  pregunta y yo nuevamente vuelvo a decir que no siento nada por ella—  Sigue negando que no sientes nada por Emma y quédate con tu fantástica y estúpida novia—  refiriéndose a Roxana.

—  No le digas estúpida—  la defiendo—  Entiendo que no se lleven bien pero no permito que ella te insulte a ti así que tu tampoco lo hagas. 

—  Bien—  responde fastidiada.

Seguimos hablando hasta que a los dos nos dio hambre así que fuimos a la casa de Lucia a comer, yo no siento nada por Emma; me convenzo, pero no puedo evitar preguntarme, ¿Cómo se sentirá Emma con Federico?

La madre de Lu, Lucia y yo nos sentamos a comer y hablar sobre algunas cosas pero nuevamente mis pensamientos regresan a Emma, ¿por que no te puedo sacar de mi mente, bonita? decido mandarle un mensaje esperando su respuesta la cual no tarda mucho en llegar, esta comiendo con Federico. Debí suponer que estaba con el, el idiota no iba a desaprovechar la oportunidad de quedarse con ella. 

<Que haces?> le pregunto a Roxana esperando su respuesta. 

<Nada>

<Puedo ir a tu casa?>

<Si obvio> 

No le contesto nuevamente, me despido de Lucia y de Alma y comienzo a caminar hasta la casa de Roxana, ella y Paulina estaban comiendo así que me invito a mi también pero se molesto cuando le dije que ya había comido en la casa de Lucia, estábamos apunto de discutir solo por una comida hasta que apareció Paulina salvando todo. 

—  Es imposible—  me dice Paulina en el comedor. 

—  A veces. 

—  No entiendo como lidias con ella. 

—  Llevo mucho tiempo con ella, aprendí que solo son caprichos imposible.

—  ¿Qué es imposible?—  pregunta Roxana acercándose a nosotros. 

—  La tarea de Pau—  respondo sabiendo que si le digo la verdad se va a molestar.

—  Bueno, yo me voy y los dejo solos—  dice Pau, 

—  ¿Sigues molesta?

—  Si. 

—  ¿Por que te enojas? 

—  ¿Por que eres tan idiota? 

—  Yo pregunte primero. ¿Sabias que un tonto responde una pregunta con otra pregunta? 

—  ¿Me dijiste tonta? 

—  Yo solo hice un comentario. 

—  Eres un idiota.

—  Si, pero tu quieres a este idiota. 

—  Ya no te quiero. 

—  ¿En serio?—  pregunto y ella asiente.

—  Pues que lastima porque yo si te quiero. 

—  ¿Me quieres?—  me pregunta y veo la duda e inseguridad que le recorre. 

—  Si, obviamente que te quiero—  le respondo y siento como se relaja—  ¿Tu me quieres a mi? 

—  Si, ¿Qué haces aquí?

—  Vine a verte. 

—  Eso ya lo se. ¿Por que? 

—  Solo porque si—  respondo—  ¿Quieres ir al cine?—  pregunto antes de que ella me haga mas preguntas.

—  Tengo que cuidar a Pau.

—  Que venga con nosotros. 

—  ¿En serio?—  pregunta y yo asiento—  ¿No te molesta?

—  Sabes que no. 

—  Pero no quiero que piense que es el mal tercio.

—  Puedo invitar a Dante—  le digo y ella asiente para después ir por Pau. 

<Oye menso, estas ocupado?>

<No, por?>

<Te invito al cine>

<jajaja tu y yo? solos?>

<No, con Roxana y su hermana>

<ah>

<entonces?>

<Nos vemos en el cine>

Espero por un rato hasta que veo como Rox obliga a Pau a bajar las escaleras. 

—  No Rox por favor—  le ruega ella.

—  ¿Qué pasa?—  les pregunto cuando llegan a donde estoy. 

—  Pasa que ella me esta secuestrando—  responde y yo solo pudo reír—  Me quiere obligar a ir con ustedes y yo no lo hare.