Despierta, Kira.

Tras una noche en la que nada resultó lo que debía y todo se descontroló, Kira y Kyle sufrieron un accidente de auto al regresar de una fiesta. Kyle, quien no logra recordar con exactitud los eventos ocurridos previo a que chocaran, logró salir casi ileso con no más que un brazo roto y hematomas por doquier. Kira, quien había sido la conductora al momento del accidente, ahora se encuentra en estado de coma.
Con la intención de que su novia pueda estar al tanto de lo que ha sucedido en el día tras día durante su estado en coma, Kyle decide escribirle cartas cada día que pasa sin ver aquellos ojos café que tanto le atraen.
Mantenerse positivo y con la esperanza de que pronto todo estará mejor es algo que le costará, y más cuando aparecen la desesperación, el miedo y la culpa.