Capítulo 19

Los días siguientes fueron los más atareados en la ciudad entera por los preparativos  de año nuevo, los adultos no se preocuparon en aquello pues mencionaron en ir a la celebración al centro de la ciudad para hacer todo sencillo y entretenido; por otro lado, mi relación amigo-amiga con Blake se solidificaba a tal grado que pasábamos charlando hasta el anochecer conociendo mucho más de él, mi corazón latía rápido al estar frente a frente y tal vez sea verdad aquella suposición. Es curioso como han sido las cosas pues no debía enamorarme de nadie, jamás había tenido novio y descartaba a Blake siendo el primero... un chico como él no se fijaría en una patética como yo...

- Quisiera saber... por qué el edificio contrario ha sido cerrado -dije una tarde cuando todos estaban reunidos en la sala; me miraron rápidamente con un silencio.

- Sería más apropiado que sea sólo uno entre varios que se percatara -habló Brooks- Les hemos convencido que ha cerrado por remodelaciones, pero... demasiado lejos de la realidad.

- Yo vi algo... -comencé a decir- Hace algunos meses llamó mi atención y, no se sí el miedo jugaba con mi mente...

- Aquel edificio -continuó Adam- Ha estado cerrado por cinco años cuando una de las estudiantes se quitó la vida -abrí los ojos como platos al escuchar aquello, se dieron cuenta de mi expresión. Continuó- Era una estudiante del segundo año quien padecía de problemas múltiples, se auto-lesionaba con hojas de papel, lápices y lo que estuviera filoso para calmar el dolor; una tarde se escuchó el grito femenino y nos apresuramos a ver que pasaba...

- Lo siguiente que observamos fue el cuerpo de la señorita en la planta baja del edificio mostrando las cicatrices de sus lesiones -finalizó Matthew sin expresión alguna en el rostro- Todos habían presenciado aquel traumante momento y la calma se perdió, St. Elena fue cerrado por medio año.. Los estudiantes fueron enviados a sus antiguos escuelas para terminar sus estudios y recibir atención psicológica.

Aquello me había dejado la sangre helada, era aterrador el simple hecho de sólo haber escuchado que alguien se quitó la vida, no lo noté pero comencé a temblar.

- La entrada quedó totalmente prohibida para la sociedad estudiantil.

Comprendía ahora la actitud de Blake aquella noche cuando estuve cerca del edificio, tal vez deseaban evitar que el espíritu de aquella chica atacara a cualquiera de los estudiantes, me lleve las manos al pecho y sentí como Blake se acercó a mi rodeándome con sus brazos para calmarme. Volví a mirar a Adam y Matthew.

- Hannah, esto no debe contárselo a nadie; no queremos provocar histeria entre los alumnos.

- No le diré a nadie, señor.

La sala fue invadida por un silencio tan profundo, lo que me tranquilizaba en su momento era aquel confortamiento de Tanner.. calmando mis emociones después de la revelación del edificio cerrado.

No creo que me había alegrado tanto por ser la celebración más que ese momento, la nieve había cubierto los suelos de blanco y la cúpula de los árboles y estaba un poco más frío que en navidad; el reloj marcaba las ocho treinta de la noche y terminando de arreglarme, opté por unos mallones negros junto una blusa larga color rosa, unos botines negros y mi gorra. Tocaron a la puerta. Era Blake.

- ¿Estás lista?

- Más lista que nunca -asentí saliendo de mi habitación y bajamos las escaleras, el señor Adam y Matthew nos estaban esperando.

- Es hora de partir.

Salimos del edificio y subsiguiente de la escuela donde un taxi nos llevaría hacia el centro de la ciudad, miré por la ventana: estaba decorado con luces de colores y adornos llamativos, se veía hermoso; una vez que llegamos pude notar a varia gente comenzando a reunirse para la celebración. Habían puesto dedicación en arreglar lo mejor posible el área central con luces, adornos y lo que divisaba como los fuegos artificiales, me asombraba tanto por el hecho de que sería la primera vez que celebraría año nuevo lejos de casa... me ponía nerviosa y emocionada todo al mismo tiempo.

- ¿Sucede algo? -preguntó Blake minutos después de llegar, negué.

- Es solo que... es la primera vez que celebro ambas fechas lejos de casa y mi familia.

- Tal vez -admitió- Pero no estás sola.

- Lo se, y eso me hace sentir mejor- sonreí.

La música no se hizo esperar mientras intérpretes tocaban para amenizar aquella velada, la gente se divertía cantando y bailando hasta más no poder de energía; estaba pasando un buen momento que olvidé lo lejos que estaba de Liverpool, y la compañía de Blake me daba fuerza para seguir. Se escuchó, horas más tarde, a una persona decir que nos preparáramos para el conteo. Y así fue como todo mundo comenzaba:

Diez...

Nueve...

Ocho...

Siete...

Seis...

Cinco...

Cuatro...

Tres...

Dos...

Uno...

¡¡Feliz año Nuevo!!