Epílogo

A veces me detengo a mirarla mientras duerme. Para mí sigue siendo mi bebé, en su cara se dibuja la paz que sólo tienen los niños cuando sueñan con mundos que aún no conocen. Elisabeth duerme abrazada a Otto, su peluche preferido y su compañero de aventuras. Aunque no llevemos la misma sangre, mi amor por ella es inmenso. La quiero más que a mi vida. Jamás pensé que esto nos podría pasar a nosotros.

Aún recuerdo el día en que la encontramos en nuestra puerta, envuelta en una mantita vieja, con una nota escrita de su madre. Era tan pequeña… se le veía tan indefensa… y sin embargo, desde ese instante, me enamoré de ella. Nos costó mucho adoptarla. No fue un camino de rosas: muchas noches en vela y muchas lágrimas. Pero ahora sé que valió la pena la espera y luchar hasta el último aliento de nuestras vidas.

Contarle la verdad fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero también uno de los más necesarios. Elisabeth merece conocer su historia. Incluso ahora sólo podemos ofrecerle pequeñas recuerdos, porque ni la policía pudo averiguar nada de su pasado. Solo tenemos la carta que dejó su madre junto a ella. Me duele no poder responder a todas sus preguntas. Pero aún más me duele imaginar el momento en que se enfrente a las verdades que aún desconocemos.

Y sin embargo, en el fondo, sé que ese día llegará.

No podemos podemos evitar que ella quiera saber sus orígenes. Y ella sabe que cuenta con nosotros para ayudarla a encontrar a su madre biológica y descubrir toda la verdad. Su historia no ha hecho más que comenzar.
Porque ella se merece saber la verdad. Esta es una historia que se repite muchas veces. Tantos niños abandonados viven lo mismo... Esta es una historia como tantas otras. Las páginas de la vida de mi hija Elisabeth las tiene que escribir ella.
Porque todos necesitamos conocer nuestras raíces…incluso cuando esas raíces han sido enterradas por el tiempo.

Fin del primer libro.

Elisabeth continúa su camino en : La vida de Elisabeh 2 - Pasado incierto

Y si queréis saber quién fue la madre biológica de Elisabeth... entonces os espero en la segunda parte.