Capítulo 0

Cuando el reloj dio las seis, mi mundo se vino abajo.

Mi mundo el de los sueños, digo. Porque prefiero esa realidad antes que el entorno material, antes que una sociedad de mierda, antes que esos gritos de allá afuera.

Me puse de pie e intenté distinguir qué tenía alrededor: baldosas blancas, banquetas grises, una pizarra de tiza y otra para fibrón, una puerta llevando escrito "PÚDRETE MARX" y más allá, una campana escolar.

Caminé con dificultad entre las banquetas, sin poder cerciorarme del panorama en su completud.

Entonces divisé entre las líneas que unían dos filas de baldosas, un hilo de sangre abriéndose camino como las venas al rasgarse.

Esa mancha sangrienta apareció aturdiéndome aún más.

Me aturde.

ME ATURDE.

¡BOOM!

Y ahí aparece.

Un disparo.

Dos disparos.

Fueron dos las personas que cayeron.

Quería volver a dormirme pero no pude. El salón de música se extendió delante de mí, los instrumentos yacían en el suelo y recordé el momento en que cayeron aturdiéndome aún más.

Me aturde.

ME ATURDE.

-¡¡¡JIMMY!!!

El grito desgarrador llegó a mis oídos como un eco lejano. Ojalá pudiera volver al mundo de mis sueños. Ojalá pudiera hacer que las cosas fueran diferentes pero no podía...es imposible. O eso pensaba.

Miré nuevamente mi reloj pulsera y percibí su tic tac clavándose en mis oídos, marcando los segundos...

...antes del final.

Yo sólo intenté ser feliz.