Capítulo 13: Heridas abiertas

Tiamat se encontraba más que confundida, no recordaba nada del día anterior exceptuando que… que él había estado en el Santuario, Dorian había estado tan cerca de ella; se incorporó mareada para darse cuenta que la única persona que le acompañaba era el hombre que días atrás le había atacado en los corredores, molesta le pregunto qué hacía ahí pero antes de obtener una respuesta Egberto le dejo hablando sola para salir y segundos después regresar con Sigurd y Génesis con preocupación dibujada en sus rostros.

—No comprendo nada ¿Qué ocurrió?

—Tenías un parasito en tu interior hija, estuviste actuando muy rara pero ya veo que te encuentras mucho mejor —Se preguntó que parasito seria pero sabía que no le dirían, al menos no pronto

—Eso no explica la presencia de este… caballero —Comento marcando la última palabra con desprecio y el receptor pareció captarla porque se disculpó para después abandonar la recamara

—No deberías ser así con él, fuiste muy grosera ¿Cierto papá? —Sigurd asintió y cuando trato de protestar su amiga le interrumpió —Nada, no tienes excusa alguna Ti, no después de que el ayudo a sanarte, el antídoto que te salvo la vida fue creado por él, no es justo que  seas así

— De igual forma querida, si lo que te molesta es su presencia entonces veré que puedo hacer pero te advierto que es muy complicado para mí, ya hay dos personas en el Santuario a quienes no quieres ver y mis labores no son esas  —Tiamat siento una punzada de culpa por los comentarios de su segunda familia y la única que le quedaba

—Dijiste que dos personas… —El Guardián tomo sus manos entre las suyas, era la señal de una mala noticia

—Dorian fue enviado aquí por el Santuario de México junto con algunos guardias más, comprenderás que no puedo hacer algo contra ello así que se quedara  por un tiempo, de hecho ya paso ña noche aquí —La joven comprendió que no era responsabilidad del hombre y respondió estrechándole las manos para que no se preocupara

—Gracias por hacérmelo saber antes de que me lo encuentre, entiendo que no sea tu responsabilidad esto, ya has hecho mucho por mí y mi familia y debo afrontarlo tarde o temprano, esperaba que fuera más que tarde… —Su voz se apagó y Génesis le dio un fuerte abrazo

—Estaré contigo si quieres pero por el momento será mejor que permanezcas en tu habitación, de lo contrario podrías desmayarte, fue un día muy duro para ti

—Claro, lo hare hoy  pero mañana necesito regresar a trabajar… Sigurd, estuve averiguando un poco ayer por la mañana y encontré esto —Se arrastró fuera de su cama y tomo el libro de ultimo nivel del carrito, busco la página y le entrego el tomo al Guardián donde un pedazo de papel marcaba el párrafo

—Lo leeré pero por el momento descansa

— Entiendo su preocupación, por eso no les llevare la contraria, solo ustedes saben que hice ayer pero no me pidan que me olvide de la muerte de mi madre —Regreso bajo las cobijas —Es mi madre, merece justicia a su muerte, por favor

—Hablaremos de eso mañana, mientras descansa — Tiamat entrecerró los ojos preocupada, sabía que si el Guardián evadía tal respuesta era porque ya no quería darle libertad

Génesis tenía que irse también, sus actividades se habían paralizado por ella pero era un nuevo día y debía continuar con su trabajo, la joven de cabello castaño le comento que no se preocupase, que todo estaría bien y que obedecería la orden de no salir de su habitación por el resto del día logrando que su amiga se fuese a regañadientes.

Una vez sola en medio del silencio decidió preparar su habitación la cual vio que se encontraba un poco desordenada, corrió las cortinas para permitir el paso de luz y acomodo todo en su lugar para después barrer la alfombra, la fortuna de vivir encerrado tras las paredes del Santuario era que el polvo no lograba ingresar en el lugar y era poco lo que se acumulaba y eso se agradecía dada la ausencia de electricidad para poder usar una aspiradora. Una vez terminada la limpieza tomo una ducha para deshacerse del poco polvo que voló; reviso algunos de sus apuntes, algunos de los pocos que pudo tomar antes de la muy desagradable llegada de Dorian a su vida nuevamente.

Dorian… ¿En qué parte del Santuario estaría? Habría dificultades si necesitaba comer algo, no era que tuviera hambre pero pronto tendría que salir, sobre todo por su impaciencia a buscar información  sobre las criaturas que atacaron a su madre, pensar en ello le oprimía el pecho, hacía que le doliera el corazón, apago una llanto para no sentirse culpable por haberle abandonado. Alejando sus pensamientos de todo aquello imagino en lo mal que debió lucir cuando fue grosera con el tipo que le ayudo a sanar, Génesis tenía razón, debía disculparse con él por su mal comportamiento.

Leyó por varias horas hasta que se cansó y opto por sus apuntes de magia oscura pero nada de ello hacia que la muerte de su madre se alejase de sus pensamientos y sobre todo el enfrentamiento que tuvo con su atacante, sobre todo la insistencia con aquel libro, algo se ocultaba y era más grave de lo que pensaba, su padre no tuvo más respuesta que decir que era un sueño pero comenzaba a pensar que no era así.

Permanecer en su habitación comenzaba a agobiarle, debía permanecer en el lugar por su seguridad, dormir no era una opción, las últimas horas las había pasado así y su espalda no soportaría más horas de sueño, de alguna manera necesitaba agotar sus energías para que cuando llegase la noche el cansancio le venciera, pensó que quizá Dorian podría estar afuera así que se asomó por la ventana y espero por varios minutos a que alguien apareciera pero no fue así, el lugar se encontraba en silencio, imagino que por ser de día el peligro era menor pero no estaba segura.