Capítulo 19 - ROTO

ROTO

Después de que me marchara de la fiesta de Isco no volví a ver a María, ni siquiera hablé con ella. Necesitaba estar solo y pensar en mí y en lo que siento, por lo que me refugié en mi familia y en el fútbol. Pero es hora de salir de mi madriguera y afrontar lo que siento. Dejar las cosas claras, decir lo que siento de una vez. Dejar de ser un cobarde y afrontar aquello que venga.

Llamo al portal de su casa esperando que me conteste, pero nadie lo hace. Supongo que no esté en casa, así que decido esperarla en el coche porque tendrá que estar a punto de llegar a casa, no suele quedarse muy tarde en la calle.

Los nervios me pueden por lo que salgo del coche y comienzo a andar por los alrededores, cuando de repente la veo a lo lejos. No está sola por lo que decido no acercarme aún. Quiero saber qué es lo que va a pasar. Ojalá me hubiera ido porque lo que veo ante mis ojos me rompe por dentro, mi corazón se rompe en mil pedazos. Cierro las manos formando puños, lleno de ira, dolor y sufrimiento por ver a la chica que quiero besando unos labios que no son los míos.

Me quedo estático aun cuando María se ha metido en el portal de su casa. No puedo moverme, tengo esa imagen en mi cabeza y no puedo sacarlo, no puedo. Ahora mismo tengo unas inmensas ganas de llorar… pero me contengo, tengo que hacerlo, no puedo llorar, aquí no.

- ¿Marco? – me llama alguien sorprendido y cuando reacciono lo veo parado ante mí - ¿qué haces aquí? – me pregunta mientras se acerca a mí para saludarme.

- Ahora no Saúl – le contesto borde y enfadado mientras abro la puerta de mi coche y me meto dentro.

Arranco el coche y salgo de allí lo más rápido que puedo, dejando en la calle a esos labios que no son los míos sin entender nada, sin entender mi reacción. Y es que ahora mismo si me hubiera quedado con él le hubiera partido la cara, pero es mi amigo… así que lo mejor es alejarse.

Estoy roto por dentro porque me he dado de bruces con la realidad, esa realidad que no quería que existiera. No, simplemente porque no es lo que yo quería, lo que yo deseaba. Ahora todo está perdido, todo y acabo de darme cuenta de ello. La perdí en su momento y ahora… Ya no hay marcha atrás, ella me olvidó y jamás podré volver a recuperarla, quedándome así como su amigo, su mejor amigo, aunque mi corazón sienta otra cosa, mi corazón que desde que tiene memoria no ha dejado de latir fuerte por ella. Y sé que tengo que empezar a olvidarla y dejarla ser feliz pero las lágrimas que surcan mi cara y el corazón roto que tengo, me dicen que no voy a hacerlo, que no voy a ser capaz de olvidarla.

Aunque la verdad es difícil aceptar que tengo que resignarme a vivir con este sentimiento. Creo que nunca en mi corta vida había sentido un dolor tan grande como el que siento ahora mismo y es curioso, porque una vez llegue a decir que nunca permitiría que nadie iba a lastimarme de esta manera, no otra vez, no como la última vez que ella se alejó de mí. Pero echaste abajo todas mis defensas, aunque no es nada nuevo, tú siempre tienes ese efecto en mí aunque no te des cuenta, y ahora no sé si algún día podré volver a ser como antes. Antes de que todo esto comenzará, antes cuando simplemente éramos los mejores amigos, ajenos a estos sentimientos que nos provocamos el uno al otro, aunque ahora yo sea el único que siente lo mismo. Supongo que si llego a superar esto, no tendré la confianza de abrir mi corazón como lo hice contigo, porque solo hay un amor verdadero, sólo hay uno. Tú eras el mío y lo serás siempre.

Alguien me dijo que amar era algo maravilloso pero en este momento, amor es un sentimiento que hubiera deseado no experimentar. Porque sé que cometí errores en el pasado pero ahora estaba luchando por ti, lo hacía pero se ve que eso no era suficiente para ti. Creía ciegamente en nosotros, en que existía un futuro, nuestro futuro, pero ahora me encuentro con que tengo que enfrentarme a mi propia soledad en un futuro en el que tú ya no estás junto a mí. Es tan complicado seguir aceptando que mi corazón late cada vez que te veo… y sin embargo, debo de aparentar ser fuerte cuando estás cerca de mí y no veas que me muero por estar contigo.

No sé por cuánto tiempo voy a poder soportarlo. Desearía poder desaparecer completamente, que no tuvieras esa capacidad de interferir en mis pensamientos. Desearía que se acabaran las lágrimas, para ya no tener que malgastarlas por ti, pero aún así no dejo de llorar, porque eres tú, simplemente tú y sé que no puedo seguir, sé que no puedo.

Me gustaría adelantar el tiempo y poder verte dentro de unos años, cuando pueda demostrar que ya no siento nada hacia tu persona. Pero algo me dice que los pedazos de mi corazón no volverán a unirse tan fácilmente y que aún me queda un largo camino por andar. Todavía me preguntó, que es lo que pude haber visto en ti. Y me respondo con todas las cosas que a mi pesar, siempre amé de alguien como tú. Los mismos aspectos que hoy detestaré cuando vea una cara nueva y inevitablemente, me traiga recuerdos que tan solo deseo borrar.