Prólogo

La luna llena iluminaba el cielo nocturno, bañando el bosque en una luz plateada. El clan "Sangre Nocturna" se movía sigilosamente entre las sombras, sus sentidos agudizados por siglos de supervivencia. Mihaela, con sus ojos de un rojo intenso, lideraba a su grupo, flanqueada por sus fieles compañeros Kai y Noah, su hermano gemelo, Lucius, el rey del clan, y otros miembros. El aire estaba cargado de tensión. Los cazadores de vampiros, enemigos jurados del clan, habían invadido su territorio. Los miembros de "Sangre Nocturna" sabían que esta batalla sería decisiva.

-¡No podemos permitir que avancen más!- exclamó Lucius, su voz resonando con autoridad.-Mihaela, lidera a tu grupo por el flanco izquierdo. Kai, Noah, conmigo.

-Entendido, hermano,- respondió Mihaela, con determinación en sus ojos. -No dejaremos que nos derroten.-Con un grito de guerra, Mihaela y su grupo se lanzaron al combate, sus movimientos rápidos y letales.

Las espadas chocaban y los gritos resonaban en la oscuridad.

-¡Cuidado, Mihaela!- gritó Kai, al ver a un cazador acercándose por detrás.

-¡Gracias, Kai! -respondió Mihaela, girando rápidamente para enfrentarse al enemigo.

Pero en medio del caos, un grupo de cazadores logró separarla de los demás. Antes de que pudiera reaccionar, sintió un golpe en la cabeza y todo se volvió negro.

Lucius se sintió devastado al enterarse del secuestro de su hermana gemela, Mihaela. La conexión entre ellos era profunda y única, y la idea de que ella estuviera en peligro lo llenaba de una mezcla de rabia y desesperación. Sabía que cada segundo contaba y que debía actuar rápidamente para rescatarla.

-¡No puede ser! ¿Cómo pudieron capturarla?- exclamó Lucius, golpeando la mesa con el puño cerrado. -Mihaela... no dejaré que te hagan daño.

La preocupación por Mihaela lo consumía, pero también sentía una determinación feroz. Lucius estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para salvarla, incluso si eso significaba enfrentarse a los cazadores de vampiros más peligrosos.

-Reúne a todos los miembros del clan,- ordenó Lucius a Kai y Noah.

-Vamos a rescatar a Mihaela, cueste lo que cueste.

-Estamos contigo, Lucius,- respondió Noah, con firmeza.

-No dejaremos que esos cazadores se salgan con la suya. -La lealtad a su hermana y al clan "Sangre Nocturna" lo impulsaba a luchar con más fuerza y astucia que nunca. -Por Mihaela y por nuestro clan, -murmuró Lucius, mirando al horizonte con determinación. -No descansaré hasta que esté a salvo.

Cuando Mihaela despertó, se encontraba en una celda oscura y fría. Los cazadores la habían capturado. Sabía que su clan haría todo lo posible por rescatarla, pero también sabía que el tiempo se agotaba.

-¿Dónde estoy?- murmuró, tratando de enfocar su vista en la penumbra.

-Estás en nuestras manos ahora, princesa, -respondió una voz fría desde las sombras. -Tu poder será nuestro.

Los cazadores no la habían capturado por casualidad; Mihaela, la princesa del clan, poseía un antiguo secreto, un poder que había heredado y que los cazadores deseaban a toda costa. Este poder, si caía en las manos equivocadas, podría cambiar el equilibrio entre los vampiros y los humanos para siempre. La batalla por la supervivencia de "Sangre Nocturna" apenas comenzaba, y Mihaela sabía que su destino estaba entrelazado con el de su clan y el futuro de ambos mundos.

Mientras tanto, en el campamento del clan, Lucius y su equipo se preparaban para la misión de rescate. Kai y Noah estaban revisando sus armas y estrategias.

-Lucius, ¿tienes algún plan específico?- preguntó Kai, ajustando su espada.

-Sí,-respondió Lucius, con una mirada decidida.

-Vamos a infiltrarnos en su base desde tres direcciones diferentes. Kai, tú y tu grupo atacarán desde el norte. Noah, tú liderarás el ataque desde el sur. Yo iré directamente al centro para distraerlos. Mientras tanto, un pequeño grupo de élite se encargará de liberar a Mihaela.

-Entendido,- asintió Noah. -No fallaremos.

-Confío en ustedes,- dijo Lucius, mirando a sus compañeros. -Recuerden, nuestra prioridad es rescatar a Mihaela y regresar a salvo. No subestimen a los cazadores, son astutos y peligrosos.

Horas más tarde, bajo la cobertura de la noche, el clan "Sangre Nocturna" se movió en silencio hacia la base de los cazadores. La tensión era palpable, pero la determinación en los ojos de cada miembro del clan era inquebrantable.Dentro de la celda, Mihaela escuchaba los pasos acercándose. Sabía que su clan estaba cerca, pero también sabía que los cazadores no se rendirían fácilmente.

-¿Crees que tu clan vendrá por ti?- se burló uno de los cazadores, acercándose a la celda. -No tienen ninguna oportunidad.

-Subestimas a mi familia,- respondió Mihaela, con una chispa de desafío en sus ojos. -No sabes de lo que somos capaces.

En ese momento, una explosión resonó en la distancia, seguida de gritos y el sonido de espadas chocando. La batalla había comenzado.

-¡Es hora!- gritó Lucius, liderando el ataque.

-¡Por Mihaela y por nuestro clan!

Kai y Noah se movían con precisión letal, eliminando a los cazadores que se interponían en su camino. Mientras tanto, Lucius avanzaba hacia el centro de la base, enfrentándose a los líderes de los cazadores.

-¡Liberen a Mihaela!-ordenó Lucius, mientras luchaba contra varios enemigos a la vez.

Un pequeño grupo de élite, liderado por uno de los guerreros más hábiles del clan, se dirigió hacia la celda de Mihaela. Con movimientos rápidos y precisos, eliminaron a los guardias y rompieron las cadenas que la mantenían prisionera.

-Mihaela, estamos aquí para rescatarte,- dijo uno de los guerreros, ayudándola a ponerse de pie.

-Sabía que vendrían,- respondió Mihaela, con una sonrisa de alivio.

-Vamos, no hay tiempo que perder.

Juntos, lucharon su camino de regreso hacia la salida, enfrentándose a los cazadores que intentaban detenerlos. La batalla era feroz, pero la determinación del clan "Sangre Nocturna" era inquebrantable.Finalmente, lograron reunirse con Lucius y los demás. La batalla aún no había terminado, pero con Mihaela a salvo, el clan tenía una nueva esperanza.