Capítulo XXV

El jefe y un grupo de nuevos reclutas, que habían captado la risita y la discutían a medias, se marcharon tranquilamente, dejándome a solas con Listy y la chica desaliñada.

- No lo entiendo, chicas. Y vosotras, ¿por qué os aisláis de la sociedad? ¿O necesitáis una invitación aparte?

- Estoy contigo... -dijo Listyka, poniendo cara de incomprensión.

- Y yo, - chilló la chica de nariz respingona.

- Empecé a poner una expresión bestial, pero debido al temprano crepúsculo, mis esfuerzos fueron baldíos.

- Lo prometiste...

Es bueno para las chicas, no necesitan usar expresiones faciales, lo dirán todo con una entonación. Tres palabras, pero qué contenido. Aquí usted y «Tengo miedo de uno», y «utilizado, bastardo, y ahora quieres escabullirte?», y «como zapatillas para servir o hervir borscht, por lo que necesita», y «todos los hombres son sw ...», y «Te quiero mucho, y tú eres el jefe de usted construir a ti mismo».

Tomando mi silencio por consentimiento, Listitsa se apoyó en su pilum, mostrando su disposición a cumplir cualquier orden, siempre y cuando no tuviera que ir muy lejos.

Recuerdo que en la época soviética había un enigma parecido. «¿Por qué Brezhnev se reunía con las delegaciones extranjeras en el aeropuerto, y Chernenko sólo en el Kremlin?». La respuesta: «Brezhnev trabajaba con baterías, y Chernenko - con la red eléctrica». Me pregunto con qué versión saldrá el pequeño imbécil. Y, por cierto, deberíamos echar un vistazo más de cerca a la «dote». Parece que hay un par de cosas bonitas ahí. Puede que sea un ignorante del hierro medieval, pero sé distinguir el acero bueno del crudo.

- Mi madre también me dijo que me mantuviera cerca de ti -dijo la muchacha de nariz respingona. - Ella dijo: «¡Si quieres seguir viva, agárrate a Vladislav Tverdilych con las dos manos!».

De todos modos, las fuerzas especiales pasaron desapercibidas. ¡Uy! ¿De verdad me va a agarrar? Entonces, sí. Entonces, sí. Y lo más probable. Bueno, ahora os daré una buena charla a todos, respaldado a ambos lados por doncellas como un mástil con cuerdas de estirar. ¡Huid, goblins y gnolls!

- ¿Qué pasa, señoritas, estáis locas? - Hice un último intento para alejarme de esta pareja.

- ¡Sólo contigo!

Ahora en la voz de Listitsa apareció la original insistencia femenina y la exigencia de cumplir con el deber conyugal... en el sentido - de proteger a la débil criatura confiada a mi cuidado.

- A ti y a mí.

Ah, y la «novia» de nariz respingona del guerrero desconocido, sintiendo la debilidad de su posición, decidió caer sobre la cola de Listica. Bueno, eso tiene sentido. Si me apunto a la escolta de una chica, entonces el segundo pupilo no será una carga demasiado obvia.

Bueno, al diablo con ustedes, chicas. Tal vez realmente soy el tipo de padre dominante que se siente más cómodo a mi alrededor que en la cocina. Y con la escasez de chicos, no tengo muchas opciones. Las chicas guapas no son buenas luchadoras, por supuesto, pero son buenas para la comunicación. Como mensajeras, claro.

- Muy bien, - les mostré a las chicas un puño cerrado. - Pero debéis obedecerme sin rechistar. Digo: «¡Agáchense!» - y las dos caerán como muertas. «¡Quietas!» - No se atrevan a moverse, aunque estén tiradas en el fuego. Diré: «¡Corre!» - para que el viento silbe en tus oídos. ¿Entendido?

- Sí, Vlad.

- Gracias, Vlad.

El dúo de voces felices y alegres terminó con un beso en las mejillas. Ambas partes al mismo tiempo.

¿No entiendo la disposición? ¿Por qué no habla Lisztitsa? Y por cierto, ¿dónde está el guerrero con el que se va a casar esa mocosa de nariz respingona? ¿Acaso soy tonta? Bueno, espíritus, ¿por qué están callados como un pez en el hielo?

«No nos interesa, Vlad. Hemos decidido echarnos una siesta. Pero ya que preguntaste, y tu sueño fue interrumpido, puedo recordarte que aquí la poligamia, aunque no es alentada por la costumbre, no está prohibida por la ley. Todo depende únicamente de la buena voluntad de la pareja que se casa. Puedes tener un harén, nadie dirá una palabra en contra. Siempre que haya amor y consentimiento de todas las partes implicadas. Especialmente del sexo femenino. Como comprenderán, tendrán que aceptar a las nuevas incorporaciones y enseñarles la ética familiar. Si eso es todo lo que quería preguntar, no me molestes. Nos vamos a la cama. «Me despertarás cuando hayas ordenado tus bellezas.»

Entonces, ¿por el amor y el consentimiento del sexo femenino? ¿Alguien me preguntó si quería reordenar los pisos de la casa, especialmente en dos rollos? Aunque, si lo piensas, todo es vanidad y confusión de sentimientos. Más adelante resolveremos esta cuestión, todo más adelante... Como se suele decir: «No basta con estar gordo: hay que estar vivo. Y que los muertos entierren a sus muertos».

Las chicas se alejaron un poco y esperaron.

- Eh, me gustaría follaros ahora, - dije soñadoramente, como imaginando vívidamente esta embriagadora imagen, pero cuando oí risitas, me apresuré a especificar: - Con un cinturón militar. Para poder dormir sólo boca abajo durante una semana. Bueno, todavía te está esperando, te lo mereces. Te lo prometo. Ahora, chicas, no seáis traviesas. Y si están listas, síganme.