El primer comandante aparece

El momento ha llegado, el reloj marcaba las 10 de la mañana, por lo que partimos hacia la ciudad de Hope debido a que era la ciudad más cerca a la que podíamos ir, teníamos miedo, pero si queríamos sobrevivir debíamos hacerlo. Caminamos por horas en la oscuridad que la nave del emperador estaba ocasionando, hasta que nuestras pupilas pudieron al fin ver las luces de la ciudad, nos encontrábamos a una distancia considerable, estábamos nerviosos y a su vez con un profundo sentimiento de tristeza al ver con algo de claridad los escombros y el humo generado por las abrazadoras llamas que envolvían las edificaciones de la ciudad, no sé cómo es el infierno o si realmente existe, sin embargo, no tendría duda en decir que estoy parado en las puertas del inframundo.

–Ya estamos aquí– Dije tragando saliva –¿Están listos?

–Quiero estarlo– Dijo Tala –Pero esto es…– Aparta la mirada –Es doloroso de ver.

Tanto Tala como su hada Zakia no podían soportar lo que veíamos y lo comprendo, aquella hermosa ciudad había desaparecido y se había convertido en el parque de juegos de un ser aterrador, que solamente usa a sus mascotas para hacernos sufrir. Somos tan insignificantes para él, que ni siquiera tiene la necesidad de hacer acto de presencia. Los humanos para él, somos meros juguetes rotos que ya cumplieron su función en su día y tuvimos suficiente tiempo para mentalizarnos que nuestro destino sería su basurero.

–No es momento de desanimarnos– Dijo Celia –Vinimos aquí con un propósito y ese es sobrevivir, hay gente que espera por nosotros así que no nos podemos permitir morir en este lugar– Expresó llena de determinación.

–Tienes razón– Respondí con una sonrisa tranquila –Repasemos el plan– Me agaché agarrando una pequeña rama para poder dibujar en el suelo.

–Si eso sería lo mejor– Comentó Zakia volando hasta estar al lado derecho de Even.

–Bien, ahora mismo nos encontramos en el límite sur de la ciudad de Hope, justo en esta montaña elevada la cual nos permite ver casi por completo la ciudad– Dije mientras señalaba con la rama en mi dibujo –Como acordamos, Celia– La miro seriamente –Tu abrirás la puerta de oscuridad que tanto nos ayudó en su día, la conectarás cerca de algún punto que veamos menos concurrido de monstruos.

Interrumpe Tala.

–Hablando de monstruos– Observa con detenimiento –La ciudad está destruida por completo, pero pese a ello no siento la presencia de muchos monstruos, hay muy pocas.

–Quizás sean los 10 monstruos que mencionó el emperador– Agaché la mirada –Y no me sorprendería que no hubiera ningún humano con vida en esta zona, han pasado 2 días enteros desde que inicio la invasión… así que no entremos con la mentalidad de rescatar a nadie, ya que no habrá nadie al cual salvar.

–Lo sabemos– Dijo Zakia apretando el puño –Esta guerra… no… esta masacre se decidió en el momento que los humanos no consiguieron liberar nuestro poder al completo. Ahora solo es un juego de supervivencia el cual… ¡¡Me niego a perder!! – Regresa la mirada con ira –¡¡Sin duda ganaremos esto!!

–Lo haremos– Respondí con una mirada de positivismo.

Todos teníamos sentimientos fuertes que nos conducían al deseo de poder sobrevivir y al mismo tiempo de ganar, es por eso que estamos aquí, lucharemos con la determinación que nuestros corazones forjaron mediante las experiencias y los lazos que el tiempo unió en nosotros.

–Volviendo al plan, una vez abierta la puerta… cruzaremos todos sin excepciones, una vez en la ciudad procederemos a dividirnos en dos grupos, los encargados de encontrar las medicinas y los que se encargaran de encontrar la comida, nos comunicaremos atreves de nuestras hadas– Volteo a ver a Lyna –Dime, es posible hacer esto.

–Eh… si es posible, aunque era más sencillo cuando me encontraba dentro de tu mente, pero desde que fui manifestada en cuerpo físico, eh ido perdiendo poco a poco el contacto con mis hermanos que están dentro de la mente de los demás humanos… al principio no lo noté, pero ahora mismo, he perdido total comunicación con todos, sin embargo, creo que podría comunicarme con Zakia, aunque no puedo decir lo mismo de mi hermano que está dentro de la mente de Celia.

–……– Celia se queda en silencio.

–¿Celia? – Pregunté confundido.

–Ah, si… ehmmm, perdón, es que justo mi hada me dijo esto que mencionaste. Es como dices, será imposible la comunicación entre ustedes, pero podrás comunicarte con Zakia sin problemas, aunque esto requiere que ambos expulsen cierta cantidad de Soul para que sea más sencillo localizar la esencia de cada una, aunque…

–Es peligroso– Mencionó Lyna –Si nos excedemos en expulsar Soul, no solo seremos nosotras capaces de encontrarnos, si no el enemigo también– Se queda pensativa –Podría intentar percibir la esencia de Zakia, pero esto solo sirve a cierta distancia, creo que un kilómetro a lo mucho, por lo que tendría que estar dando vueltas por la ciudad hasta localizarlos y eso también sería peligroso… así que dejemos esto como último recurso, lo mejor sería colocar un punto de encuentro.

–Lyna tiene razón– Mencionó Tala – Creo que es la mejor opción de todas las que habíamos acordado.

–Es verdad– Contesté –Bien… en ese caso será este mismo, nos reuniremos aquí una vez terminemos la misión.

Nadie objetó nada, simplemente sonrieron y aceptaron sin problemas.

–Resumiendo el plan, Zakia, Celia y Tala se encargarán de ir a por la comida, mientras que Lyna y yo nos encargaremos de encontrar la medicina, pase lo que pase debemos llegar al punto de encuentro, aunque si las cosas se complican y nos toca luchar contra uno de los monstruos del emperador, lo haremos saber expulsando todo el Soul que podamos para poder localizarnos e ir de inmediato a ayudar.

–Entendido– Respondieron todos los demás.

Una vez dicho esto nos preparamos para poder cruzar la puerta de oscuridad de Celia hacia el punto ciego que notamos. Al llegar a la ciudad, nos separamos para abarcar más terreno tal como acordamos, quedándome así a solas con mi hada Lyna la cual, desde que salimos del bosque noté que tenía varias preguntas que hacerme, era solo cuestión de tiempo para que me pregunte todo.