Capitulo 5

CAPITULO 5

Era primero de marzo, faltaban 30 días para mi cumpleaños número 22, pues todos en el valle están invitados a mi reunión, así que todo lo dejo en manos de mi madre bella, ella sabe mis gustos, los dulces que quiero para ese día, la decoración, en fin, todo. Pero debo ir pensando que debo ponerme, y de algo si estoy segura todos deben vestir de blanco como el color de la luna. ¡Ya ando emocionada por mi evento cumpleañero!

Fui directo al despecho de mi padre

-Hola papa ¿Por qué no descansas un poco? Tanta firmadera de papeles te dejara sin dedos- rio mi papa por mi comentario.

-Sabes que es mi trabajo pequeña bella- siempre me hablaba con ternura -¿Qué te trae por aquí?- iba a preguntarle del brazalete pero mejor le hablo de mi próximo cumpleaños, mi mate puede esperar.

-¡faltan 30 días papa!- dije emocionada, pues juraría que mis ojitos estaban brillosos por tal espera.

-Unjum, a ver- decía como haciéndose el que no recordaba- ¿30 días para que?- y lo mire como diciendo ¿es en serio papa?

-¡Ay! Papa ya me conozco ese jueguito tuyo- los dos nos reímos –pues 30 días para mí cumpleaños número 22- mi papa se contagio de mi chispita de felicidad, pero luego quedo pensativo unos segundos y le hice señas de que me mirara, pues quedo observando el escritorio junto los papeles que firmaba.

-Planeta tierra llamando a padre- me miro y me dio una pequeña sonrisa. ¿Qué le pasaba? Por un instante sentí que algo le preocupaba, ¿será de que pase algo inusual ese día? No lo sabía, pero no iba a entrar en negativa, a lo mejor es porque aun no acepta que por fin soy una mujer casi adulta.

-Acá estoy mi princesita bella- y allí esta tratándome como una niña pequeña –No es nada, solo que me acorde de un asunto- le sonreí y me acerque y me senté en sus piernas y le di muchos besitos en sus mejillas.

De repente se abrió la puerta y allí entraba alexter.

-¿Qué te he dicho de usar los sentidos auditivos en la mansión?- dijo padre, alexter había abierto la puerta sin tocar, y es porque sabía que nuestro padre no andaba en reunión o algo por el estilo que requiera tocar.