La Llama Logan

El cielo del Valle Mestizo amaneció con un tono gris inusual, como si presintiera la tormenta que estaba por caer.
No una natural.
Una mágica.

Desde la noche anterior, algo vibraba en el aire. Los hechizos de protección parecían tensos, como si respiraran con dificultad. Las criaturas mágicas estaban inquietas. Incluso los muggles, sin saber por qué, decidieron no salir de sus casas.

Algo iba a pasar.

🕰️ Horas antes…

—Draco, ¿estás seguro de esto?

Hermione se acercó con la varita firme en la mano, mientras Draco se ajustaba el abrigo con mirada afilada. Ambos estaban en un claro del bosque, justo donde el mensaje final de "P" había sido escrito con fuego en una piedra:

“Hoy. Medianoche. La verdad será liberada.”
— P estuvo aquí.

Pero Hermione sabía que no era “P”. No esta vez. No con esa firma. Esta vez era Jay Logan.

Había dejado el mensaje sabiendo que Draco vendría.
Porque Jay quería pelea.

—Estoy más que seguro —dijo Draco, la mirada helada—. Él me quitó demasiadas cosas. Y esta vez, no va a huir.

Hermione tragó saliva. Nunca lo había visto tan serio, tan… decidido.

—¿Y Mayme?

—No puede saberlo.

✨ Mientras tanto… en la casa de Harry

Harry y Mayme estaban tomando té, tratando de ignorar el nerviosismo que flotaba en la atmósfera. Él se había acercado más a ella en los últimos días. Ya no lo ocultaba. No lo negaba.
Se enamoró.
Y ella, aunque no lo decía, también lo sentía.

Pero esa noche, Mayme no podía relajarse. Algo en su pecho le dolía. Como si un nudo antiguo, uno que su padre había puesto ahí, estuviera apretando de nuevo.

—¿Estás bien? —preguntó Harry, tomándola de la mano.

—No lo sé —dijo, sincera—. Siento que algo va a pasar. Y no sé si estoy lista.

—Estás conmigo. Eso basta.

Un destello de luz roja iluminó la ventana.

Y entonces, un rugido mágico sacudió la villa entera.