La Última Carta

🌲 El Parque del Roble – Al anochecer

Harry y Mayme llegaron primero. Las luciérnagas flotaban entre los arbustos, como pequeñas chispas que sabían demasiado.

Hermione, Draco, Luna y Ron llegaron poco después, escondiéndose tras un encantamiento de ocultamiento.

—¿Y si no aparece? —susurró Ron.

—Sí aparecerá —dijo Luna—. Esta gente ama el drama.

Y entonces… apareció.

Una figura encapuchada, delgada, caminó hacia el centro del parque con una cámara colgando del cuello. Su paso era firme. Pero el aura… temblorosa.

Mayme apretó la mano de Harry.

—¿Quién eres?

La figura levantó la capucha.

Era Pradera Tusk.

—¡La jardinera! —exclamó Luna.

—¿¡La señora que podó mi seto en forma de Snitch!? —dijo Harry, incrédulo.

Pradera sonrió con una amargura que pesaba.

—Ustedes no entienden… yo vi cómo ella (señalando a Mayme) humillaba a sangre sucia tras sangre sucia en Hogwarts. Incluida mi sobrina. Me juré a mí misma que no permitiría que alguien así volviera a dañar a los míos.

—No soy la misma —dijo Mayme, acercándose un paso.

—¡Todos dicen eso cuando ya han hecho el daño! ¡Tú no mereces redención! ¡Mereces ser expuesta!

Pradera sacó una última foto… pero antes de que pudiera hacer más, Hermione lanzó un encantamiento rápido:

—Obliviate.

La cámara cayó. Pradera retrocedió, desorientada.

—¿Qué… qué hago aquí?

Luna la tomó del brazo con dulzura.

—Vamos a casa, Pradera. Ya no tienes que cargar con tanto odio.

—

✨ El nuevo día

Al amanecer, los habitantes del Valle encontraron un comunicado mágico flotando en el cielo.

“Toda persona merece una segunda oportunidad.
Aprendemos. Cambiamos. Sanamos.
El Valle Mestizo será hogar de todos, sin excepción.
– Hermione Granger.”

La gente no dijo mucho. Solo asintieron, como si finalmente lo entendieran.

Y entre ellos…
Mayme sonrió.

No con arrogancia.
No con fuerza.
Con paz.

—

💞 Última escena

Harry y Mayme estaban en la azotea de la casa.

—¿Y ahora qué? —preguntó ella.

—Ahora… —Harry miró el cielo— vemos las estrellas.

Ella se recostó en su hombro.

—Gracias por creer en mí.

—Gracias por dejarme hacerlo.

Y mientras se abrazaban bajo la luna, supieron algo:

El Valle Mestizo había cambiado.
Y ellos también.

Para siempre.

🏁 Fin de “Mestiza Village”