prólogo

7:00 am

Me dirigía a pasos lentos a la Universidad y si no hubiera sido por la culpa del Alien que tengo por amigo, no tendría estas horribles ojeras, fuerte dolor en mi cabeza y todo mi cuerpo. Parecía un Zombie y uno bastante desagradable, esperen, todos son así ¿No?

En fin.

Espero aguantar este horrible día.

Acercándome más a la Universidad, podía observar como un puñado de estudiantes se agrupaban y algunos exclamaban pequeños gritos pidiendo ayuda o que llamasen al Director o algún Profesor eso era bastante intrigante y como soy la persona más chismosa de este horrible mundo debía acercarme, porque siendo sincero la duda no me dejaría dormir. Si, así de mal estoy.

Yacía un chico tendido en el suelo, sus labios eran bastante lindos. Aquel chico parecía un príncipe durmiente, era guapo.

Quería acercarme a tratar de auxiliarlo, pero un chico alto de cabellos amarillos me aparto bruscamente tirándome al suelo con fuerza, que maldito. Mis ojos se llenaron de ira, ¿acaso era invisible o qué?

- Oye idiota, no ves esta hermosa presencia aquí -dije señalando mi cuerpo- Como te atreves a empujarme y a no disculparte por ello, en parte trataba de ayudar a tu amigo -mi pantalón estaba sucio, maravilloso- Puedo disculparte.

Y para mi gran sorpresa, me ignoro... ¡Me ignoro!!