Capitulo 5 - Demasiado Café

Me encuentro frente al colegio y me estoy preparando mentalmente para el primer día del año cursando once. Estoy muy emocionado, estoy con Lina y a lo lejos se alcanza a diferenciar la cabellera de león de Julia y a su lado viene Lara. Tina viene con Adela de la papelería con un lápiz y una hoja entre sus dedos. El nerviosismo invade mi sistema mientras Lina habla de que fue a la finca de sus padres y que nos quiere llevar a todos, me sentaría bien ir al campo y salir de la rutina ya que fui donde mi tía de Bogotá y me quede la mayor parte de mis vacaciones encerrado en su apartamento. Lo único más divertido que viví fue que quemé las palomitas con mis primas y tiré por accidente una maceta del segundo piso.

El vigilante del colegio abre el portón de golpe y los alumnos entran como si se tratara de una estampida. Por alguna razón el colegio se ve siempre igual por más arreglos y decoración que le hagan, lo que más me gusta de este es que tiene muchos árboles y pinturas en casi todas las paredes...

— Hablemos de algo — Dice Tina sacándome de mis cavilaciones. — ¿Cómo les fue en sus vacaciones muchachos?

Hay un revoltijo de cosas que mis amigas hicieron durante las vacaciones, Lara y Julia se quedaron aquí, pero Julia nos cuenta que salió con un muchacho muy bello según ella, nos mostró la foto y todos nos miramos a la vez.

— Amiga, creo que necesitas lentes. — Dice Lara con sarcasmo.
— ¡Estúpida, mi arrocito idiota! — Chilla Julia y todos reímos. Yo estoy demasiado entretenido con la plática de mis amigas, no opino nada porque no me dejan hacerlo, solo río con ellas. No sé cómo, ni por qué razón se me da por ver a la cafetería y lo que veo hace que mi corazón se quede pensando en si palpitar o no y me da un tic en el ojo.

— ¡Que rayos hace ella aquí! — Sueno un poco más exaltado de lo que pretendo, mis amigas preguntan y después se percatan de su presencia. Ya hace varios meses que no sabía absolutamente nada de su existencia y ahora aparece. La secretaria empieza a dar un anuncio y quito mí vista de Janeth para escuchar lo que dice la mujer de los parlantes: —Todos los estudiantes deben dirigirse a su director de grupo provisional para saber en qué grado quedaron. — y empieza ella a leer con cautela las plazas que a los docentes les corresponde.

Siempre mi grupito y yo nos hacemos en los últimos pupitres y no porque seamos unos vagos, bueno tal vez, sino porque hace menos calor según nosotros y también podemos hablar con un poco más de libertad. Me enoja de sobremanera que este profesor no habla bien y por consiguiente no se le entiende nada, de hecho no soy el único que piensa eso, Marcela que está a mi lado no ha hecho más que preguntarme que rayos fue lo que el docente dijo pero estoy igual de despistado que ella. De igual forma...

— ¡BUENAS! — Grita alguien desde afuera sacando a todo el mundo de sus cavilaciones. Ese "BUENAS" se me hace familiar. <Claro, como no, si es Janeth que viene con el coordinador>
— Buenos días jóvenes, — Dice el coordinador — Esta muchacha de ahora en adelante estará en este salón.

¡HURRA!

— Pss, ¡Marcela! — Le susurro a mi compañera.
— ¿Que fue? — Dice ella con una ceja arqueada.
— Siéntate aquí. — Le señalo el espacio libre y me mira extrañada. De verdad no quiero ni respirar el mismo oxigeno que ella. Para más tortura de mis oídos nuestro queridísimo profesor le dice a la Janeth que se presente frente al curso. Noto que se ha vuelto más fastidiosa y repelente de lo que solía ser, cada frase que emite tiene un acento extraño que nunca he escuchado en ningún lugar de Colombia. Dicho como hecho ella toma el lugar que Marcela estaba ocupando.

Entre todo lo que el profesor dice solo alcanzo a escuchar que tendríamos una reunión porque nos iban a ingresar a un proyecto técnico llamado "Formación para el Futuro" ya que nuestra institución tiene convenio con aquel instituto. En la hoja que nos hacen firmar tengo que escoger entre dos cursos que ofrece el programa, el primero tiene que ver con tecnología y el otro con contabilidad. La verdad es que los números y yo no hemos sido muy amigos de modo que escojo el de Tecnología y mis amigas también.

Este año va a estar muy largo...

*-*

Al llegar del primer día del año en grado once mi abuela y mi hermano me interrogan y me sacan de todo tipo de información, mi abuela asegura conocer a algunos profesores porque ella es ex-alumna de mi instituto pero le digo que de todos los profesores que ella menciona solo conozco a uno de ellos y es el profesor de Artes, a quien ya no le asignan dirección de curso porque es de avanzada edad y mi hermano pregunta si la secretaria llena de cirugías hasta las orejas sigue igual de "Buena" como dice él lamiéndose los bigotes yo solo ruedo los ojos. Ya para evadir el interrogatorio policial digo que lavaré los platos y funciona mi estrategia ya que ni a mi abuela ni a mi hermano les gusta hacerlo.

Estoy tan cansado que me dejo caer en la cama de una vez, me encontraba mirando hacia el más allá y me acuerdo de repente que debía ir a trabajar, no puedo evitar soltar un suspiro muy largo por el desaliento que me da acordarme de eso. Volteo a mirar y me percato que ya es justo la hora en la que debía estar allí, entonces... ¡¿A qué horas voy a llegar?! Me alisto lo más rápido posible, decido llevar puesto unos destroyer, una camisa roja y usualmente no me hago nada en mi cabello. No me pasa desapercibido el hecho de que mis ojeras están más pronunciadas de lo normal, mientras me cepillo los dientes puedo notar que me veo más pálido y mis pequeñas manchas producidas por el acné se ven más notorias. Rápidamente tomo un bálsamo de labios y lo aplico, pongo un poco de corrector que le robé a Tina de su cosmetiquera sobre las manchas moradas bajo mis ojos y puedo decir que estoy listo.