Capítulo 87

Capítulo 87

Alex

«Promete siempre cuidar de tu hermana. Pasé lo que pasé, haga lo que haga, cuídala».

Las palabras de mi madre han estado sonando, haciendo eco y rompiendo mis límites mentales durante todo el viaje.

Sin embargo, no estoy haciendo esto solo por ella. También por Elizabeth.

Sé que no fue buena idea venir aquí, porque con lo único que se va a ir de este lugar es con sal sobre la herida abierta.

La herida que aún no se cicatriza después de tanto tiempo.

La que tiene por nombre: Eric.

Además, ella merece tenerme a su lado. Para llorar, gritar y desahogarse...como lo ha hecho todos estos años atrás.

Elizabeth, con sus enormes y desagradables defectos como persona, ha estado conmigo.

Conmigo y mis penas amorosas. Penas amorosas, que también tienen nombre: Charlotte.

Pero ya he perdido la guerra.

Intenté ganar batallas que ya tenían un ganador. Intenté pelear en una guerra sin saber protegerme.

Porque la perdí, sin tener la oportunidad de tenerla.

Y me costó mucho intentar seguir adelante, porque aún ella en mi cabeza, me miento a mi mismo y a los que se preocupan por mí diciendo:

“Estoy bien”.

“No, ya no pienso mucho en ella”.

“Aprendí a dejar de perder mi tiempo solo por una chica más”.

Pero estoy llegando al punto en el que simplemente ya no sale de mí decir las anteriores mentiras. Charlotte, ella de verdad me gustaba.

Y luego comencé a sentir que la amaba.

Y eso era lo que necesitaba para sentirme feliz de verla con Joshua...pero lo único que veo y siento cuando ella está con él es un balde de agua fría cayendo sobre mí.

Y después de estar meses con Emily, no pude obligarme a quererla como ella pensaba. Y por eso pasó.

**INICIO DEL FLASHBACK**

5 meses atrás…

—Emily...—dije en un susurro, ella ya estaba llorando.

Ella ya sabía que esto no sería una cita, no sería un encuentro feliz. Ella ya sabía que la había llamado para despedirnos en palabras.

—Alex...no...no lo digas, por favor.

—Sabes que debo...yo...ya no puedo, Emily.

—¿Es por ella, verdad? —preguntó, con la vista en el suelo.

Y sabía que se refería a ella. A Charlotte.

—Rubia, piel clara y ojos claros —comenzó diciendo—, usé productos de cabello y belleza para que me vieras más bonita que a ella. —Hace una pausa, sé que quiere continuar y yo no necesito interrumpirla…

—Hice todo lo que creí necesario para que yo fuera la chica de la que terminarás perdidamente enamorado, Alex. Y...no es justo...no es justo que después de 5 meses sigas queriéndola. No es justo que ella sea la dueña de tus sentimientos cuando lo único que hace es ignorarlos.

Era mi turno de hablar, —Nada de eso es justo para mí ¿verdad? Pero tampoco es justo para ti que sigamos juntos, llamándonos de maneras tiernas y haciendo cosas de parejas cuando ambos sabemos que jamás fui sincero. No como lo estoy haciendo ahora, Emily.

—Sabía que nada era real, Alex. Sabía que los abrazos y besos que nos dábamos no eran sinceros —hace otra pausa—, al menos no de tu parte. Pero tenía la esperanza que algún día te despertarás y te dijeras a ti mismo que yo...que yo era la chica a quién tu querías.

Soy muy sensible. Soy muy sensible, y estar viendo a Emily llorar me quiebra de una manera horrible...y yo lo pude haber evitado.

Pude haber evitado llegar a estos puntos.

—Jamás tuve que aprovecharme de tus sentimientos, para olvidarme de ella. Lo siento, Emily.

—No lo tuviste que hacer —dijo—, pero yo sabía que lo estabas haciendo y aún así acepté ser tu novia. Esperaba que me quisieras, pero no como quieres a Charlotte...—lleva papel higiénico a su rostro, para intentar secar lo húmedo de este—, esperaba que me llegarás a querer más de lo que la quieres.

Silencio. Dejé que se terminará de limpiar las lágrimas de su rostro. Esperé a que me dijera un: “Vete, quiero estar sola”.

Porque venir a decirle esto...en medio de la noche, en su habitación...sé que querrá su propio espacio. Querrá su habitación para terminar de llorar, sola en el silencio de su habitación...lo hará hasta que sus ojos estén secos y ya no tengan lágrimas para llorar. Hasta que se quedé dormida.

Así es como funciona llorar por desamor en las noches oscuras, a solas en tu habitación, sin audiencia que evité que sigas rompiéndote.

—Emily...—dije cuando el silencio ya era quién reinaba en su habitación. La luz del farolero a las afueras de la calle se colaba en la ventana, esos pequeños rastros de luz en su rostro me permitieron ver que ella ya se estaba sumergiendo en pensamientos.

Volví a hablar, al no recibir respuesta. —Emily, no estoy en posición para pedírtelo...pero quiero que lo intentes prometer. Por favor.

Su mirada volteo a mí, tragué grueso y volví a hablar: —No quiero...no quiero que te cierres al amor.

Ella abrió la boca, pero hablé antes de que hablará: —Tú misma lo has dicho, eres una chica hermosa con o sin hacer esfuerzos, Y lamento mucho no verte de la misma manera en la que a ti te gustaría, pero el físico no dio puntos extra para que me gustarás. —Hice una pausa…

—No quiero que te cierres al amor, por mi culpa. El hecho que yo no te haya querido como tú lo hacías no es razón para que crees un caparazón emocional. Una vez más, lo siento.

Ella no dijo nada. Pero tampoco siguió llorando. Esa fue mi señal para saber que tenía que salir por la ventana de su habitación e irme.

Sí, me despedí de ella con palabras, pero ya no hay tiempo para arrepentirme del mismo error que vine cometiendo hace 5 meses. No era justo que se siguiera prolongando.

**FIN DEL FLASHBACK**

No fue justo proponerle que fuera mi novia, solo para olvidarla.