Capitulo 29

CAPÍTULO   29

  --Eres mía y de nadie más me escuchaste, sólo mía-– me dice agarrando mi rostro para que lo vea.

--Estarás siempre a mi lado, por más que corras, por más que huyas, siempre te encontraré-- dice para luego besar mis labios con su asquerosa boca y empieza a tocarme.

----NOOOOOO,-- despierto gritando y llorando, agarro mis rodillas y me abrazó fuerte mientras dejo salir mis lágrimas.

         Me levanto de un salto cuando siento unas manos en mi espalda.

--NO ME TOQUES--- gritó desesperada y asustada.

--Tranquila mi luna soy yo, no te haré daño, todo estará bien-- dice parándose de la cama con cuidado.

         Intentó calmarme al darme cuenta que es Sebastian, me deje llevar por mi miedo, el solo me mira y yo no se que hacer, el se acerca y me abraza y yo lo abrazo más fuerte y lloró en su pecho.

--shuuuu, tranquila mi luna, todo esta bien, estoy aquí----  dice a mi oído mientras acariciaba mi cabello, me lleva a la cama y me recuesta.

         Él se coloca en mi espalda  y sigue acariciándome, yo lloro hasta que ya no puedo más.

         Me volteo y lo miro a los ojos y él hace lo mismo, acaricia mi mejilla y yo cierro los ojos para disfrutar de su toqué.

--Tengo miedo---- digo en un susurro.

--No tienes por que, yo jamás dejare que te hagan daño--- yo niego porque no es eso lo que temo.

-– Ya me dañaron, no le temo a eso, tampoco a la muerte por qué ahí estaría en paz–- le digo sin despegar mi mirada de sus ojos.

--¿Y ha que le temes?- me preguntó inseguro.

--Temo perderte, temo nunca estar lista y que te canses de esperar, estoy dañada y no se si pueda arreglar me- suspiro- no sé si algún día pueda responderte, estoy rota.

         Él besa mis labios, un toque suave pero dulce.

--Nunca me perderás, y no te niego que deseo como un loco desesperado el día en que estés conmigo, pero te amo,  no es solo por tu cuerpo, si no por tu hermosa sonrisa, tus ojos marrones que todo lo detallan, la forma en como te preocupas por los demás antes que en ti, por tus ganas de luchar, por tu hermosa voz, por tu inteligencia- sonrió- por más que la vida te a dañado tu le has dado la cara y has demostrado que eres fuerte y valiente, me encanta eso de ti, por más que caes siempre te levantas y ahora no estas sola, yo estoy aquí para ayudarte hacerlo---- el limpia las lágrimas que no sabía que estaban rodando por mis mejillas.

--Gracias--- él solo niega.

--¿Sabes qué significa esto?---- me dice y deposita un beso en el tatuaje o la marca de los crecientes como la llama Paola, yo niego y él sonríe.

--Significa que estamos unidos, que te necesito hasta para respirar y que jamás, oye me bien,  jamás me alejaré de tu lado porque yo soy sólo tuyo- dice y deposita un beso en mis labios.

         Es un beso dulce, cariñoso y suave en el cual me demuestra cuanto me ama  y yo le respondo de la misma manera, poco a poco el beso comienza a subir de tono y el al percatarse se separa de mi.

-- Lo siento---- me dice apenado y yo niego.

--No te separes de mi---- lo jaló hacia  mi---- no lo hagas- lo beso en los labios-- quiero ser tuya--lo beso y él gruñe en mis labios.

--¿Estás segura?--- me aparta, agarra mi rostro con sus dos manos y mira mis ojos 

--Si, quiero que me hagas olvidar, que me demuestres que puedo ser todo eso que me dijiste  y quiero amarte de todas las maneras posibles porque tu amor no me hace daño si no me hace más fuerte---- no dejo que me responda, quito sus manos de mi rostro y lo beso.

        Esta vez no se resiste, él también me besa pero todo lo hace con dulzura, con amor recorre toda mi boca para luego besar mi cuello hasta llegar a la marca, pasa su lengua por ahí  y me provoca un escalofrío por todo mi cuerpo que comienza a convertirse en calor, el continúa besándome y acariciando mi piel sin detenerse.

         Horribles imágenes vienen a mi mente  y mis lágrimas salen, pero intento controlarme, es Sebastian, èl me  ama, no me dañara, me digo a mi misma.

          Sebastian besa mis lágrimas, para luego besar mis labios.

--Eres hermosa  y pura, eres lo mejor que hay en mi vida--- dice en mi oído.

        Se coloca arriba de mi  y decido bloquear mi mente y concentrarme en su calor, en su olor, en sus besos, cuando vuelve a besar la marca gimo, porque toda mi piel es un volcán que necesita de su toqué.

          El sigue acariciándome  y yo comienzo hacer lo mismo, toco, sus fuertes y duros abdominales, tocó sus músculos bien formados. No sé en qué momento quedamos completamente desnudos pero si me doy cuenta cuando se coloca entre mis piernas.

        Me agarro fuerte de sus hombros y tengo miedo,  no porqué valla a dolor si no  porque sin poder evitarlo esa imagen llega a mi mente.

--Estoy al máximo y me vuelves loco, te deseó como un desquiciado pero si no estas lista... te entenderé--- me dice jadeando, sus ojos están amarillos y llenos de deseo, lujuria y amor.