Mientras lucho

A través del tiempo, toqué una línea que no debía. Lo pensado se volvió material, de la nada agarró la forma que tanto queríamos evitar. Una masa negra y densa habita con nosotros, consumiendo todo a su paso. Se esparce, a veces lento, y otras no tanto. No sabemos cómo frenar su avance, no sabemos hasta dónde llegará. Hacemos todo cuanto podemos por frenarlo, por encontrar una solución. Nos tomó mucho tiempo recapacitar que teníamos que enfrentarlo juntos, y no separados. Cayendo en vanas peleas por encontrar al culpable. Lo confesé, creyendo que era el único que jugó con el tiempo, pero no fue así, todos nos encontramos en el mismo juego. Aunque parezca una decisión unánime, sigue recayendo sobre mí una culpa, que no entiendo. Me cuesta perdonarme, como si yo fuera capaz de condenar a todos los que han caído. No quise hacerlo, puede que me encontraba sumergido en mi propio mundo, en mi propia línea; no lograba pensar más allá de lo que podía ver. Soñe, desee cosas que solo eran de provecho para mí, pero en medio de la desgracia, todo lo que una vez quise, pierde sentido. Tantas veces caí rendido ante un nuevo día porque no me consideraba lo suficiente como para vivir. ¿Y ahora qué? En medio del caos, cuando ves a otros sufrir de verdad, ¿qué queda para nosotros? ¿Quién sufre más? ¿Acaso es necesario hacer tal pregunta? Sigo, avanzo. Presto ayuda y servicio como se espera de alguien con menor edad, como se espera del lado fuerte de la sociedad. Pero en las noches me consigo, hundido en el camino, pensando que nadie va a velar por el esfuerzo y sacrificio que hago. Se vuelve un ciclo, con ganas de volver al inicio, encerrarme en mi propia línea a meditar sobre lo desdichada que es mi vida. ¿Y luego? Volveré a salir con el mismo grado de consciencia, desbordando empatía por los demás. Hasta cansarme de ponerme a un lado por ayudar. Y mientras lucho, y abro miles de debates en mi cabeza, ahí sigue esa masa negra, consumiendo todo a su alcance. No se detiene. Mientras nosotros caemos, peleamos, juzgamos y pisoteamos; aquello nos va a alcanzar y nos consumirá.