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—Buenas tardes, oficial...—Mew se paró frente al grupo y volvió a tomar con fuerza la mano de Gulf.

—¿Algún problema...?— preguntó uno de los oficiales.

— No, ningún problema.—respondió Mew —sólo estaba firmando un par de camisetas y charlando con mis fans.

El policía que parecía liderar el operativo miró de reojo al más alto del grupo.

—¿Estás seguro, hijo? Esos fans como tú los llamas, no son de fiar.

— Lo son, oficial. ¿Verdad, muchachos?

—¡Claro! —asintieron los cuatro a coro.

Parecían corderitos mansos, sonrientes y emocionados. Y al policía esa imagen no se le escapó.

Un grupo de transeúntes curiosos los habían empezado a rodear.

—Mire, Capitán, ¡Mew me ha firmado mi camiseta! —dijo uno del grupo.

Tenía una sonrisa tan inocente y tan dulce que el policía volvió sus ojos a Mew, preguntándose cómo lo había hecho: cómo había convertido a aquel grupo violento en un manojo de niños emocionados y dulces.

— Vayan a casa...,— pidió Mew casi susurrando — ya es tarde...

— Claro, sí, vamos...

Pero cuando el grupo comenzaba la retirada, el Capitán aferró al mayor del brazo y Gulf volvió a sentirse tenso.

— Marcus...— le dijo el Capitán— Mañana ve con tu madre a la comisaría. Te conseguiré un par de pases para que puedas ver a tu padre...

El joven parpadeó y por unos segundos pareció petrificado. Asintió sin decir nada y se alejó con los con los otros. Solo Gulf, que sabía que aquel joven no veía a su padre desde hacía muchos meses, alcanzó a ver cómo se limpiaba del rostro un par de lágrimas.

—¿Sabe por qué me gusta el fútbol, Capitán?—preguntó Mew al policía que ya daba la orden para que todos bajaran las armas y volvieran a los patrulleros. Mew, sin esperar una respuesta, continuó—porque el fútbol borra fronteras...

Esa noche, el mundo entero parecía estar hablando de Mew. Algunos habían filmado con sus celulares aquella situación cerca del puente y las habían subido a las redes. El beso apasionado entre Mew y Gulf, la firma de camisetas, la intervención de la policía, todo estaba filmado y desde diferentes ángulos.

Y las palabras del jugador estrella se habían convertido en trending topic mundial:
#ElFútbolBorraFronteras.

Esa noche, Mew sintió que el mundo de alguna manera había cambiado y recordando ese apasionado beso entre él y Gulf, se quedó profundamente dormido, teniendo por primera vez en meses unas inmensas ganas de volver a despertar...