CAOS MENTAL

Sin pensarlo tomé de la mano a Erin y atravesé la puerta, no sabía que pensar así que regresamos al centro comercial, estábamos en la misma tienda y la gente nos miraba extrañadas cuando salimos, una parte de mi sabía que ni el achts ni yo debíamos mostrar nuestra naturaleza ante los humanos, así que una zona publica tan concurrida como un centro comercial era el mejor terreno para estar.

Caminaba lo más rápido que podía, en mi cabeza podía escuchar a Nohla pero no le ponía atención, estaba tan concentrada en huir que me empezaba a molestar su voz, bajamos por las escaleras eléctricas y ambas lo buscábamos con la mirada, nuestra sorpresa fue tenerlo en la parte baja, justo a un costado de las escaleras, sin pensarlo Erin dio un brinco a las escaleras que iban en sentido contrario y yo la seguí, el tipo se perdió momentáneamente de nuestra visión.

– ¿Qué vamos a hacer? – Mi amiga estaba visiblemente alterada

– Déjame pensar – Me concentré en lo que podía hacer, definitivamente no dejaría a Erin.

– Alanis, ya regresaron todos, solo faltas tú – Nohla había estado ausente momentáneamente

– No voy a regresar, no pienso dejar a Erin aquí, esa… cosa ya la tiene ubicada, dejarla sería condenarla. – Traté de no hablar en voz alta pero aun así mi amiga escuchó

– Alanis, está bien, supongo que si te vas ya no va a seguirme yo no soy de utilidad para él.

– No, yo no voy a dejarte

– Es una orden – reconocí la voz de mi padre – No te están preguntando lo que quieres hacer.

Su tono de voz era serio, sé que estaba molesto, pero ¿Cómo demonios piensa que voy a dejar a Erin sola contra esa cosa? No puedo, simplemente no puedo. Al llegar a la planta alta él estaba otra vez frente a nosotras.

– ¿Qué les parece si dejamos de jugar? Empiezo a molestarme

– Me parece bien ¿Qué quieres? – Mantuve la mirada fija en él, parecía que trataba de intimidarme

–Que vengan conmigo

– ¿Por qué iríamos contigo?

– No tienes más opción – De pronto noté que otros dos tipos estaban cada uno por los costados, nos habían atrapado – No hagas las cosas difíciles, no frente a los humanos – No sabía qué hacer, mi mente estaba en blanco, trataba de tener alguna idea pero nada, no podía pensar en nada, tal vez si yo estuviera sola me sería más fácil pero estaba Erin conmigo.

– ¡Auxilio! ¡Ayúdennos por favor, estos tipos tratan de secuestrarnos! ¡Auxilio! – Erin estaba gritando tan alterada, que de pronto todos nos miraban, ella tomo mi brazo mientras gritaba y nos dirigió hacia las escaleras – ¡Policía ayúdenos! – le dijo a uno de los guardias del lugar que venía hacia nosotras, al llegar a la planta baja ya había unas cuantas personas esperándonos y mi amiga fue quien continuó hablando – Había unos tipos allá arriba que querían secuestrarnos, estaban siguiéndonos, y luego se nos acercaron, ayúdenos por favor.

Erin les dio la descripción de ellos y algunos guardias se fueron en su búsqueda, mientras nosotras nos quedábamos sentadas con algunas otras chicas que nos estaban dando su apoyo. Cuando todo estaba más tranquilo, comencé a analizar la situación, ellos no iban a dejarnos en paz, mientras estuviéramos aquí corríamos peligro.

– Cada día me sorprendes más.

– Lo sé, soy genial ¿no? Me pregunto dónde podrías encontrar a alguien mejor que yo. – Erin se notaba tranquila a pesar de la situación – ¿Hice bien en gritar?

– Claro que lo hiciste bien, si no lo hubieras hecho quien sabe que hubiera pasado, yo la verdad estaba en blanco, no supe que hacer.

– ¿Y ahora qué sigue?

– No sé, lo único que sé es que no voy a dejarte

– Me da curiosidad… tuve la impresión de que hace rato hablabas con alguien ¿cierto?

– Si, curiosamente ahora no escucho nada

– Aquí estoy, solo se está deliberando la situación – Nohla seguía en comunicación

– Ya los escuché – le hice señas a Erin de mi oído

– Que bien, supongo… Creo que será mejor que te vayas

– ¿Disculpa?

– Como te dije antes, no creo que les interese yo, eres tú a quien buscan, recuerdo perfectamente la última vez, cuando te vio se centró en ti.