Capitulo 2

Marianne estaba muy sorprendida ya que apesar de haber esperado este momento por tanto tiempo no creía posible llegar a presentarse como solista, esto no solo impulsaría su carrera si no que también significaba que lo que había hecho con tanto amor por fin estaba dando frutos.

Pero sintió un baldé de agua fría al recordar que la casarían con un hombre que jamás en su vida aprobaría que una mujer hiciera algo más que ser madre. Cuando trato de contestar una negativa hacia la propuesta del profesor no pudo hacerlo, ya que no quería perder esa oportunidad por lo que solo asintió con la cabeza.

Al salir del teatro. Isabela feliz por las noticias que ya se habían difundido, se acercó a felicitarla.

--Ya escuché que te dieron un solo, muchas felicidades, verdaderamente te lo mereces--Se colgó de su brazo con felicidad.

--...--

--¿Que te sucede? ¿No deberías estar feliz?--Pregunto al ver la apática expresión en el rostro de Marianne.

--Tengo que rechazarlo...--

Isabela se detuvo y la miró con preocupación.

--¿De que estás hablando?...¿No es lo que siempre has querido?--Inquirio confundida

--Si pero no podré hacerlo. Voy a casarme.-- dijo Marianne. Isabela se quedó callada por un momento, hasta que comprendió lo que le estaba diciendo.

--¡felicidades! ¿Por qué no me lo habías contado?¿Quién es el afortunado?¿Lo conozco?¿Lo conoces? Bueno esa no me la contestes es obvio que lo conoses ¿Dónde lo conocist...--

--Quieres parar ya. ¿Sabes a caso lo que estás diciendo o incluso preguntando?-- interrumpió la joven al ver a su amiga tan emocionada.-- No te lo conté porque ni yo misma lo sabía, mis padres lo han decidido por mi y por desgracia si lo conocemos--

--No debés desanimarte seguro tus padres te han escogido a alguien con honor y buenas intenciones ellos no harán algo que te dañe. Además es bueno que te cases así la gente no hablara más de ti por ser una solte....--

--Es el viejo Fyodor Ivanov.-- Volvió a interrumpir a Isabela.

--¡El viejo! ¿Estás mintiendo verdad?, no pueden casarte con el, no creo que siga respirando para navidad, además te sacará del ballet en cuanto se le de la oportunidad--

--Ahora lo entiendes, aunque quiera hacer el solo no se si seguiré bailando para entonces-- dijo al borde de la desesperación.

Isabela entendiendo su situación y su pesar, la abrazo para demostrarle su apoyo.

Ya en el carruaje que la llevaba devuelta a casa, Marianne pensaba en lo que haría de ahora en adelante, no quería casarse, ya había tenido propuestas pero siempre las rechazaba por qué todos querían lo mismo de ella, que dejara el ballet. Y en un momento de desesperación llegó a la conclusión de que era mejor...escaparse.

Después de la cena de esa noche, Marianne se levantó de la mesa antes que todos sin decir ni una palabra. Dejando a su madre y su hermana pequeña preocupadas, mientras que su padre tomaba una copa de vino, tomandose el ambiente de la situación a su propia manera.

Minnie May ya estaba acostada cuando le remordio la conciencia al ver tan triste a su hermana durante toda la semana. Además tenía un gran insomnio por qué su debut pronto se acercaba y decidió que lo mejor era ir a hablar con su hermana mayor.

Tocó su puerta con delicadeza para no despertar a nadie, pero no hubo respuesta del otro lado de la puerta y decidió entrar sin invitación.

--¡¿Que estás haciendo?!--Grito la pequeña con preocupación. Marianne estaba en el balcón con una pierna del otro lado del barandal y con una maleta en su mano izquierda, mientras que con la otra se sostenía.

Minnie May corrió hacia ella y agarrandola de la otra pierna, comenzó a llorar y gritar.

--Hermana por favor no acabes con tu vida! No por favor no te mates, yo te quiero mucho y mi mamá también, y aunque no lo parezca papá también! Quédate!--Decia inconsolable mientras se aferraba con fuerza a la pierna de Marianne

Marianne se bajó del barandal y con prisa soltó la maleta para taparle la boca a la pequeña.

-- shhhh shhhh ¡Cállate te van a escuchar!. No acabaré con mi vida. ¿De que estás hablando?¿Estás loca?-- Minnie May aún con la boca tapada comenso a calmarse de apoco.

Cuando Marianne la noto más tranquila quitó la mano de su boca y la ayudo a pararse para llevarla hacia su cama. Ya estando ahí se sentaron para conversar.

-- Si no te querías matar ¿Por qué estabas con un pie del otro lado del balcón?--

--No puedo quedarme Minnie May, si me voy ahora no pueden obligar a una desaparecida a casarse-- dijo tomándole las manos y mirándola a los ojos.

--No puedes irte, que hay de mi te necesito más que nunca para mí debut en sociedad.... Tu ayudaste a todas nuestras hermanas a conseguir a alguien especial y yo también esperaba contar contigo.-- hablo muy desesperada la niña.

-- Tienes que entender que no puedo quedarme, no quiero casarme con el señor Ivanov no es un buen hombre, solo me alejara de ustedes y del ballet y no quiero eso debes comprender--

-- Si no soy suficiente piensa en mamá o en nuestras hermanas, eres tan egoísta para solo pensar en lo que quieres y no en lo que nosotras sentiremos al saber que ya no estás, ¿Que hay de papá? El estará muy mal, pero a ti solo te importa el ballet ¿ No es cierto?-- Minnie May después de desahogarse siguió llorando en el regazo de su hermana la cual solo la veía y recordaba que el debut de Minnie May estaba a la vuelta de la esquina y en como pudo olvidarlo

-.....Está bien me quedaré, pero tienes que hablar con papá y decirle que mi boda no puede interrumpir tu debut ya que si no destacas tendrá dos hijas solteras, así retrasare mi boda y me dará tiempo de pensar en algo que hacer. ¿Has entendido?--

Minnie May se limito a asentir con la cabeza para después abrazar a su hermana y tratar de calmar su llanto. La pequeña sabía que el pedirle que se quede era muy egoísta de su parte, pero no podía dejar que su tan querida hermana se fuera. Y Marianne solo pensaba en que no dejaría que cualquier hombre se acercara a su hermana, siendo ella con la que mejor se llevó de sus cuatro hermanas menores.