Sucesos

Todo lo que comienza siendo algo pequeño acaba siendo mucho más grande de lo que nos esperamos.

A veces sin pensarlo nos ocurren cosas que no podemos explicar, que aparecen sin más y que permanecen durante mucho tiempo, aunque otras desaparecen de la misma manera que llegan.

Y cuando sucede, cuando aparecen, solo cierro los ojos y rezo para que no desaparezcan, para que sigan ahí cuando abra los ojos. Para que lo que sucede siga sucediendo, para que me acompañe día sí y día también. Para aprovechar al máximo el tiempo que tengo, memorizar cada detalle, cada gesto, cada palabra, para que cuando deje de suceder pueda recordarlo. Para que pueda recordar lo que se siente, para que pueda vivir cada suceso como si lo estuviera viviendo ahora. Para retenerlo y guardarlo como si fuera lo más preciado del mundo.

Porque sí, un dia acaban por desaparecer, por no volver jamás. Y cuando eso suceda, quiero estar preparada. Para poder revivirlo una y otra vez. Para que de una forma u otra sigan en mi vida. Para que cada pequeño gesto que ha dejado huella no se olvide.

Y aunque crea que van a desaparecer y que no permanecerán para siempre, tengo la esperanza de  que duren todo lo que pueda retenerlas. Aunque algunas espero que sigan sucediendo durante mucho tiempo, porque se convierten en una rutina agradable e incluso en sucesos inesperados pero que se repiten de distintas formas. Y eso no quiero perderlo, aunque haya mil y una tormentas o muros que se interpongan. Tiene, tenemos, tengo que ser más fuerte que un huracán, más fuerte que mil soldados en una guerra. Y así, así podrá mantenerse, podrá seguir en pie, alzarse fuerte para conservar esas pequeñas cosas, que se convierten en grandes cosas, que nos hacen sentir mil y una cosas, nos hace ver la vida de otra forma. Nos hacen sentir mariposas en el estómago, nos ponen la piel de gallina o nos recorre la adrenalina por nuestro cuerpo.

Así que sí, cueste lo que cueste lucharé por conservarlos, aunque sea lo más mínimo. Aunque para el resto no les parezca nada, para mi si lo son. Así que no me rendiré y seguiré a delante. Aunque luego cometa un gran error seguiré. Porque ahora mismo merece la pena conservarlos y vivirlos. Todavía merecen la pena y mientras siga mereciendo, seguiré luchando.