Vivir

Atrás quedan, lejos, distantes todos esos momentos que volveríamos a repetir sin lugar a duda. Que a pesar del tiempo que ha pasado daríamos lo que fuera por volver atrás en el tiempo y tener la oportunidad de cambiarlos o de volver a repetirlos.

Pero la vida sigue, no podemos permitirnos el lujo de pensar en el pasado, en lo que paso, en lo que pudo pasar. Ahora solo nos queda vivir y disfrutar de todos los momentos que nos están esperando. De vivirlos al máximo y evitar pensar en el ayer.

¿Por qué a quien no le gustaría volver a ser un niño? Nos pasábamos el día disfrutando de la buena vida, jugando, siendo niños, felices, sin preocupaciones, inocentes. Siendo las personas más sinceras que decían lo que pensaban sin preocuparse por lo que dirán. ¿Quién no volvería? Ojalá hubiéramos retenido más en nuestra memoria todos esos momentos. Ojalá siguiéramos siendo esos niños.

Pero crecemos, y por tanto comienzan nuestras locuras, nuestras preocupaciones, malestares, el pensar en el que dirán. Y sobre todo las mentiras. El ocultar las cosas, el no abrirnos para no sufrir e incluso para no hacer sufrir a los demás. Pero también comenzamos a ver la vida con otros ojos. Comenzamos a amar las cosas por lo que son. Sentimos, sentimos muchas cosas y todas a la vez. Apreciamos el sentimiento de amistad, conocemos lo que es amar, querer. Y con eso, solamente con eso somos felices.

Así que ahora nuestras vidas son un vaivén, un remolino de sensaciones, unas veces buenas y otras veces malas. Pero eso es lo maravilloso de la vida, de nuestras vidas.

¿Y qué podemos hacer para vivirla con todo lo que conlleva? ¿Qué puedo hacer? Dejar de ser tan buena y ser un poco más egoísta. Dejar de mirar primero por los demás antes que en mí. Porque basta que lo hagas para que no sirva de nada. No por mí, sino al resto. Porque un "Nada" no es la respuesta que quiero, ni quiero oír.

Olvidarme y hacer locuras. Sentir. Vivir. ¿Difícil? Si ¿Imposible? No. Nada es imposible si de verdad lo quieres. Así que tengo que dejar atrás el pasado. Y olvidar. Por muy difícil que sea. Porque no consiste en todo o en nada. Sólo hay Que aprender de los errores y no pisar la misma piedra. Y cuando lo haga, entonces todo cobrará sentido. Todo tendrá un porqué. Y será entonces cuando mi papel, el papel que tengo, pisará por fin un escenario.

Pero todo a su debido tiempo. Por ahora solo me queda VIVIR el momento.