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Caída la noche, el ruido de un motor rondaba por las solitarias calles del pueblo de Dubái, el ruido se acercó a una pobre jovencita que estaba en un andén sentada, llorando devastada, una furgoneta paro justo al lado de ella, la ventanilla de la derecha bajo y un hombre le hablo.

-¿necesitas ir a algún sitio?

-No lo sé – dijo mirando detrás la casa con una notable tristeza, al verla su voz se rompió aún más en llanto e intento seguir con la conversación– si ¿me puedes llevar?

-Claro.

La jovencita se subió a la furgoneta blanca y arranco.

-lo siento que sea tan entrometido, pero ¿Qué pasa? – dijo el hombre en tono misterioso.

-no es nada.

-debe ser algo, si es que no te molesta decírmelo.

-mis padres me echaron de casa.

-¿no trajiste nada contigo?

-quería salir lo más rápido de ahí.

-y ¿A dónde te diriges?

-iré donde mi novio.

-¿dónde es?

-es al otro lado del pueblo.

-oye tengo que ir a un lugar a las afueras ¿te importa que vayamos primero?

-no – dijo limpiándose las lágrimas de sus mejillas – tu eres el que me está llevando, vamos primero a lo tuyo.

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Samantha despertó, no soñó nada, aunque le costó dormirse después de poner la carta en su ventana, sentía la ansiedad que le dio saber que tal vez hoy sería el día en el que recibiría respuesta de su carta, volteo hacia su ventana y vio que no estaba la carta que dejo, abrió completamente la ventana y miro afuera para asegurarse que no se había caído. Miro afuera y no había nada, se había llevado su carta, pero aún no tenía respuesta, tal vez al día siguiente la tendría.

Samantha desde que dejo a Sofia en casa tenía le idea de hacer algo, pero primero debía asegurarse que ella siguiera sin responder por su hijo, así que cogió su celular y entro al chat de Sofia.

Samantha_9:20 A.M

Hola.

Samantha espero y no recibió respuesta de ella, lo más probable es que siguiera durmiendo así que se levantó de su cama, fue hasta la cocina en donde sorpresivamente para Samantha no había nadie, entonces fue hasta la parte de atrás para mirar en el patio, ahí tampoco vio a nadie, así que supuso que su madre y su abuelo habían salido a algún sitio.

Volvió a la cocina, se hizo un huevo revuelto y sirvió la sobremesa que ya estaba preparada, se sentó en la mesa, dio su primer bocado de su desayuno, pero el silencio que había en la casa le incomodo, entonces decidió encender el televisor para no escuchar ese silencio que la ponía nerviosa. El televisor estaba en el canal donde normalmente deban las noticias, pero ya a esta hora solo pasaban un programa donde pasaban chismes de famosos, Samantha le disgusto, pero no cambio el canal, mientras comía vio su celular y aun Sofia no daba respuesta.

Samantha por un momento le paso por la mente que algo le hubiera pasado a su amiga, pero no quería sacar conclusiones hasta después de las doce. Samantha desde anoche que se acostó se le ocurrió un plan para de cierta manera ayudarle a Sofia, es algo descabellado, pero cree en lo más profundo de ella que es una buena idea o tal vez solo es que quiere usar su navaja.

Luego de terminar su desayuno Samantha llevo el plato a la cocina y lo dejo ahí cuando escucho el sonido de notificación de su celular, fue rápidamente y vio que era un mensaje de Sofia que decía “Hola” Samantha le respondió de inmediato.

Samantha_9:40 A.M

¿Cómo estás?

Sofia_9:40 A.M

Bien y ¿tu?

Samantha_9:41 A.M

Bien.

Sofia_9:41 A.M

Me alegra.

Samantha_9:42 A.M

¿Qué ha pasado con Mario?

Sofia_9:42 A.M

Aun no responde mis mensajes.

Samantha_9:43 A.M

Oh que mal.

Sofia_9:43 A.M

Pero sé que el con el tiempo se dará cuenta.

Samantha_9:43 A.M

Ojalá.

Samantha dejo el celular en la mesa, ahí supo que su plan podía entrar en marcha. Y si todo iba bien hoy mismo podría ejecutarlo. Samantha pasaba por su mente las diferentes formas en la que podría hacerlo. Iría en la tarde ya que Sofia le dijo que el casi siempre estaba solo, iría con su navaja y haría el resto del plan.

Samantha en cuestión de segundos ordeno las ideas que rondaban su cabeza y esperaba que con eso ayudara a su amiga, fue a su cuarto y empezó a sacar mucha ropa de su cuarto, primero saco uno jeans, pero prefirió un vestido para poder llevar la navaja más cómodamente, así que saco un vestido, es de color rosa, lo pone con delicadeza en su cama y entra al baño.

En el baño, bajo ese gran chorro de agua Samantha sabía que su plan podía terminar mal si se pasaba del límite ¿podría hacerlo? Con solo pensar en eso le paso un escalofrió que le recorrió todo el cuerpo, pero supo que casi siempre estaba peleando con ese límite y ahora no sería diferente y esa voz, no la ronca si no su conciencia que le hacía más preguntas “¿y no será la primera vez que vas a tener una navaja frente alguien? ¿quieres ayudar a tu amiga o es por ti? Otro escalofrió rondo todo el cuerpo de Samantha. Ella quedo en blanco y solo se dijo para ella misma “tengo que hacerlo por Sofia” no sabía si se mentía a sí misma, prefirió pensar que lo hacía por su amiga.

Ya cuando estaba vestida y arreglada escucho como la puerta se abría y con ella la voz de su madre preguntando por ella, Samantha respondió al llamado y salió de su cuarto ahí vio a su mama y su abuelo que llegaban con muchas bolsas del supermercado, Samantha de inmediato fue a ayudarle a su abuelo con las que él tenía en sus manos y las puso en la cocina, mientras que su madre hacia lo mismo.