Asesino Suelto

15

-¡Tú tienes que ver con esto! - grito en el teléfono Carol.

-calmate, Carol ¿que sucede? - dijo la voz de un hombre en la otra línea.

-Tienen a Sam.

-¿que? ¿por qué?

-tenía un frasco con…

-bien me encargare - dijo interrumpiendo - solo diles que tu lo contrataste, calmate y ve a hablar con Samanhta y dile que no va a hablar sin su abogado.

-No me dejan entrar donde ella.

-dile que es menor de edad y necesita a su tutor.

-está bien.

-enserio lo siento por esto, pero saldrá bien te lo juro.

La llama se cortó, Carol volvió a la estación.

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En una oficina del despacho un teléfono suena sin parar, un hombre de traje le contesta.

-Despacho de abogados, habla Martin.

-viejo amigo - dijo la misma voz con la que hablo Carol

-¿Eres tú?

-que no te que alegra escuchar mi voz.

-te he sacado de tantas ¿ahora que hiciste?

-No fui yo esta vez y no han sido tantas.

-que sucede, es Sam, está en la estación de policía.

-¿Dubai?

-vaya, pero si ya sabes todo.

-mira solo porque te la debo, saldré en un avión y mandame todos los detalles, ya sabes en código, me pondré al día con todo esto camino a Dubai.

-Sabía que podía contar contigo.

-¿Sabes que es la última vez que te ayudo?

-eres mi abogado, nos vemos.

-adiós - dijo con desagrado.

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Carol estaba sentada al lado se Samantha, la abrazaba, ella no quiso decirle ni una palabra, pero se sentía bien teniendo ahí, su abuelo seguía en la sala de al lado, no comprendía muy bien la situación, su nieta le escondió esto y no sabia que hacer, de hecho desconocía por completo a su nieta, pero no quería irse, le preocupaba mucho.

Samantha levantó la mirada, miró a su madre, que se le veía angustiada, volvió a bajar la mirada.

-Sam - dijo su madre acariciando su cabello - dime qué está pasando.

-Recibí esos paquetes.

-¿por qué no le dijiste a nadie?

-No se, se me hizo muy novedoso, debes pensar que soy una loca.

-Sam mirame.

Samantha miró a su madre.

-Eres mi hija y bueno te equivocaste esta vez ¿si?

-lo siento mama.

-tranquila pronto saldrás de aquí.

-¿cómo estás tan segura?

-Solo lo sé.

Un hombre de traje entró con su portafolio en toda la entrada grito “vengo a ver a mi cliente Samantha”, todos miraron al hombre, uno de ellos se acercó y le pidió que lo siguiera, le señalo la sala y el entro, Samantha y Carol lo vieron.

-Buenos días señoritas, me presento soy Martin su abogado a sus servicios.

-primero que todo supongo que usted es Carol - dijo señalando a la madre de Samantha.

-si.

-Necesito que me deje solo con Samantha unos segundos, ya sabe hablar con el cliente - dijo poniendo su portafolio en la mesa.

-mientras puede firmar estos documentos.

-claro - dijo Carol saliendo de la habitación.

Martin esperó a que la puerta se cerrara completamente y se sentó frente a Samantha, esta lo miró con una mirada de incredulidad.

-Bien Samantha ¿te puedo decir Sam?

Samantha alzó sus hombros en señal de que le daba igual.

-Bien Sam, te cuento que estoy al tanto de todo, de todo, así que dime qué les dijiste a la policía ¿les has dicho algo?

-Les dije que recibe los paquetes, pero no sabia de quien.

-excelente, pero - hizo una  pausa y lo que dijo a continuación fue casi un susurro - ¿le contaste sobre las cartas?

-¿cómo sabes eso? - dijo Samantha asustada.

-como ya te dije estoy enterado de todo, así que responde.

-no, no les dije.

-Bien ya tenemos un pie fuera de aquí, ahora dime dónde estaban esas cartas, registraron la casa.

-las queme.

-¿enserio?

-si.

-vaya, la manzana no cae lejos del árbol.

-¿A qué te refieres?

-Nada, bueno esto vamos a hacer, por ahora no vamos a decir nada a la policía, el tiempo es crucial para que salgas de aquí libre.

-¿Qué tiene que ver el tiempo?

-ya lo veras.

-oye - dice Samantha con timidez.

-¿si?

-¿conoces al tipo de las cartas?

-preguntas mucho, como dije callada, para que el plan funcione.

-¿eso es un si?

-estoy aquí por él, pero no te voy a decir nada más - hizo una pausa - así que por más que nos pidan no vamos a hablar, igual estaré aquí hasta que todo se solucione ¿de acuerdo?

-de acuerdo.

Martin salió al pasillo y le dijo a Carol que ya podía ingresar a la sala, ella entró y se sentó al lado de Samantha, le entregó los papeles al abogado.

-¿todo saldrá bien? - le dijo Carol a Martin.

-si, les doy mi palabra, solo deben tener paciencia.

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Las calles estaban solas, una furgoneta ronda por las calles, el rugido es lo único que se escucha, pero no es Dubai, es otro pueblo cerca, es Marsella y las calles están abandonadas y la policía no se ve por ningún lado, la furgoneta ronda buscando a su víctima.

La furgoneta ve a dos adolescentes, un chico y una chica cogidos de la mano, adentro en la furgoneta una mano cubierta con guantes abre la guantera, dentro de esta se encuentra una billetera, un mapa y una pistola, la mano cogue esta ultima, estaciona justo detrás de la pareja y un hombre se baja de la furgoneta, era un cuerpo atlético, pero no era exactamente joven.

Este hombre camina lentamente detrás de la pareja, mira alrededor analizando el ambiente y apunta hacia el chico, se oye un disparo, el chico se desploma boca abajo, su novia mira en su cabeza el orificio de la bala, voltea a mirar atrás espantada y ahí ve a ese hombre apuntándole con la pistola, sin dudarlo empieza a correr por su vida.




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