XX. LA UTOPÍA DE LA CONFORMIDAD

. La utopía es una mentira bien disfrazada, una ilusión que nos repiten hasta que creemos que es real. Nos hablan de la perfección, de un mundo ideal, pero lo único que nos venden es la sumisión, el sacrificio por un sueño que nunca será más que una prisión. Nos dicen que la paz llegará si aceptamos las reglas, si nos mantenemos dentro de los márgenes, como si la libertad fuera una farsa reservada para unos pocos. Nos han enseñado que conformarse es el camino hacia la felicidad, que la sumisión es la respuesta a nuestros problemas. Nos dicen que el bienestar está en la obediencia, en callar cuando nos llaman a hacerlo, en vivir según lo que el sistema establece. Pero la verdadera utopía es lo que el sistema no quiere que veamos: la libertad de ser uno mismo, sin etiquetas, sin cadenas. Nos empujan hacia la conformidad, nos dicen que eso nos traerá la armonía. Pero lo que nos brindan es un mundo vacío, donde la perfección es una fachada, una mentira construida para hacer que nos sintamos cómodos en nuestra propia jaula. Y mientras buscamos la utopía, seguimos caminando por un sendero marcado, un sendero que nunca nos llevará a ningún lugar que realmente importe. La utopía que nos ofrecen es solo una excusa para mantenernos en su juego, para seguir repitiendo las mismas mentiras hasta que nos ahoguemos en ellas. Mientras tanto, nos dicen que estamos cerca, pero lo único que está cerca es el fin de nuestra capacidad de soñar.