De Villana a emperatriz

Aurelya antiguamente fue una sacerdotisa muy poderosa, tanto que quienes se vieron afectados por su reputación y poder movieron los hilos hasta llevarla al escrutinio público donde separaron su cabeza de sus hombros.

Ha vuelto, otra vez a su yo de 6 años, con sus recuerdos y experiencias intactas, con la intención de evitar todo lo que la llevó a morir tan horriblemente y con ello ir limando asperezas de quienes la usaron y así llegar a un punto donde ella es quien mueve los hilos.