CAPITULO 24

HOLA MIS CHICAS BELLAS, ESPERO QUE TODAS ESTAN SUPER BIEN!! ACA LES DEJO UN NUEVO CAPITULO.... ESPERO QUE LES GUSTE Y LO DISFRUTEN LEYENDO TANTO COMO YO ESCRIBIENDOLO. GRACIAS POR SEGUIR CONMIGO APOYANDOME. BENDICIONES.

DANNA

Llegamos a la tranquila y linda casa veraniega de Sebastián. La casa era muy grande y con un enorme jardín.

Nos recibieron una pareja muy amable, seguro los que la cuidan porque trataron a Sebastián con mucha amabilidad y a la vez con respeto.

El lugar era muy bonito, con una decoración totalmente en blanco, de muy buen gusto. Me hizo sentir paz. Dejamos nuestras cosas y nos dirigimos a una gran terraza en la parte trasera, había muchos muebles y dos hamacas que por cierto me gustan mucho.  

Y como una niña corrí a subirme a una…. Momentos así son mágicos. A mi lado derecho había una gran piscina con tumbonas. Miré al fondo pode vislumbrar una maravillosa playa que me llamaba para que fuera participe de sus aguas.

El lugar era mágico, me pregunto si Sebastián es solo un simple cirujano porque por su coche y el lugar donde vive no lo parece y a eso agregarle esta enorme casa en ese lugar me hacía dudarlo.

• Hola – me saludo Sebastián mientras se acercaba a la hamaca.

• Hola – respondí con una tierna sonrisa. Él se veía tan guapo, con una personalidad increíble y muy caballero… de esos que te abren la puerta del coche o esperan a que tú entres a la casa para irse. Sebastián es el sueño de cualquier mujer y cuando lo conoces te derrites por él, pero mi corazón ya tiene dueño y ese es Liam.

• Danna a tierra – me dijo sacándome de mis pensamientos.

• Disculpa, me deje llevar por la buena vista. Sebastián este lugar es hermoso; me hace recordar unas bellas vacaciones que tuve hace cinco años en Puerto Rico antes de mi accidente.

• Si… es muy hermosa la vista. Vengo cuando me puedo escapar del trabajo a relajarme y recargar fuerzas. – mientras me decía esas palabras me miraba de una forma enigmática.

• ¿En que están? – preguntó Ivanka con su algarabía que la caracterizaba y del brazo llevaba a su amor Landon. 

• Estamos hablando de la bella vista que tiene la casa. – dije y con esas palabras sentí como se me ruborizaba la cara.

Luego de un largo rato hablando y tomándonos unas bebidas refrescantes porque hacia un poco de calor decidimos ir a caminar a la playa, quería sentir la arena en mis pies.

Después de cenar volvimos a la tarraza a tomarnos unas cuantas copas de vino, hablar de cualquier cosa y a disfrutar de nuestras compañías.

Landon e Ivanka se sentaron un poco apartado de nosotros, querían tener un poco de intimidad mientras que yo trataba de no estar muy cerca de Sebastián. El buscaba la manera de siempre estar muy cerca de mí y yo me sentía un poco incomoda.

El me agrada mucho y es muy amena su compañía, pero sé que quiere algo más de mí que yo no se lo podía dar.

• ¿En qué estás pensando? – me pregunto sirviendo más vino a mi copa y sacándome de mi misma, al parecer ya eso era costumbre en mí.

• En cosas que no vienen al caso – levante mi copa para brindar.

• ¿Por qué brindamos? – preguntó un poco extrañado. Levanto su copa y me siguió.

• Brindamos por la vida, porque estamos vivo. Debemos ser agradecidos porque no sabemos cuándo se nos escape.

• Sabes algo Danna hermosa. Tú me intrigas mucho, tú mirada es enigmática y la forma de como vez la vida. Eres una mujer muy joven y tus palabras siempre suenan a que has vivido mucho. – volví a mirarlo y me puse una mano en la boca y otra en el pecho reflejando indignación, ambos reímos a carcajada.

• Siempre fui muy madura, aprendí mucho de mi madre, de como ella veía las cosas y después del accidente mi mundo cambio completamente. 

• A veces nos suceden cosas que transforman nuestro entorno y la manera de como vemos la vida.

• Así es. Yo siento que soy otra.

Sebastián me tomo entre sus brazos y me beso, era un beso tierno, lento, esperando que fuera correspondido y así lo hice. Quería sentirlo, entre su boca y todo el vino que me había tomado quería olvidar a Liam, necesitaba con desesperación sacarlo de mi cabeza porque creo que me voy a volver loca.

Hice que Sebastián me llevara al consultorio antes de irnos a buscar mi portátil para trabajar un poco si comenzaba a pensar como loca en Liam.

El beso se fue intensificando sus manos recorrían mi cuerpo, me sentía nerviosa y mis manos me sudaban, estaba fuera de practica para intimar con otro hombre que no fuera él.

Subimos a la habitación de Sebastián para continuar lo que comenzamos en la terraza, él me cargó llevándome a su cama. De manera rápida me quito la blusa de tiros que llevaba y comenzó a darme cálidos besos por toda la cara, luego en el cuello y yo como una mensa imaginando que estaba con Liam la última vez que hicimos el amor.

No sé si fue eso, los nervios que sentía o la gran cantidad de alcohol que ingerí, pero empuje a Sebastián y salí corriendo para el baño donde bote todo lo que había ingerido. Estaba sudando frio y un fuerte dolor de cabeza que sentía que iba a morir en ese momento.