CAPITULO 31

DANNA

 Yo no sé si tomé la mejor decisión de irme con Liam a su apartamento, pero me siento tan cansada y a la vez angustiada por su reacción cuando sepa que va hacer papá. Tengo que cuidar mis emociones para que no le afecte a mi bebe, mi espalda y los pies me duelen mucho, aunque el sangrado ya desapareció puede volver y tendría que permanecer en cama. El doctor me recomendó reposo y lo menos que estoy haciendo es estar tranquila, ya quiero que la boda termine y pueda volver a casa a descansar.

Debo organizar mi vida, miro mi mano donde está el anillo que Liam me dio y siento tantas emociones juntas que me abruman, necesito saber que piensan mis padres cuando les cuente que Liam volvió a mi vida y esta vez no lo dejaré apartarse de mí. Existe un lazo entre nosotros que nos unirá para siempre, nuestro bebé.

Me sentí mal cuando Liam me insistió para que me fuera con él porque dudé al decirle que sí y puse excusas.

 ─Amor, no creo que sea buena idea que esté aquí, no me siento nada bien. Han sido unos días muy intensos y siento que no duermo bien, me despierto muy cansada y no se me quita el sueño─. El me miró con el ceño fruncido, caminó hacia mí.

─De seguro debes tener anemia…. apuesto que no te estas alimentando bien y tu prima te debe tener en un constante estrés como lo está ella por la boda. Pero al fin mañana todo va a terminar o creo que mi amigo saldrá huyendo.

─Solo quiero dormir un poco y de seguro mañana estaré como nueva─. Murmuré media dormida mientras me colocaba el pijama.

─Duerme princesa que mañana será un día mejor─. Dijo dándome un tierno beso en la frente.

Cuando desperté Liam no estaba a mi lado, a lo mejor está en su despacho. Me siento como si hubiera dormido un mes, me toco la barriga, mi bebe está ahí dentro creciendo y luchando por vivir. Sentí como crujían mis tripas por el hambre que tengo. Me fue a duchar, me puse unos pantalones deportivos y una simple franela para luego desayunar, subir a ponerme mi majestuoso vestido que me hará parecer una princesa de cuentos de hadas.

Bajé a la cocina donde estaba doña Rosa preparándome algo de comer el cual le agradecí mucho porque mi bebé y yo estábamos muy hambrientos. Mientras devoraba mi rico desayuno que consistía en pan tostado, huevos revueltos, jamos, frutas y un zumo de naranja recién exprimido hizo acto de presencia Liam.  

─¿Por qué no me esperaste para que desayunáramos juntos? ─preguntó acercándose a mí para darme un cálido beso.

─Disculpa amor, me levante con mucha hambre y no me aguante─. Respondí para seguir devorando mi suculento desayuno.

─Debes alimentarte muy bien, estas muy delgada. Pienso que deberíamos tomarnos unos días para descansar fuera de la ciudad.

─Eso suena genial, aunque tengo muchos días sin ir a mi consultorio. Mis pacientes me deben de extrañar─. Respondí con una tierna sonrisa para luego volver a mi platica con mi desayunando. Si el supiera por lo que yo estoy pasando y que dentro de mi tengo a su hijo, creo que saldría corriendo. 

─Amor apúrate para que no lleguemos tarde a la ceremonia y tu prima nos mate─. Añadió sacándome de mis pensamientos.

─Solo tengo que maquillarme y ponerme el vestido porque ya estoy duchada y media peinada.

Cuando estaba cambiándome noté que Liam me miraba con cara de preocupado, como si le pasara algo que no me quiere contar, algo lo está agobiando. Luego se acercó a mi tomándome por la cintura y depositó en mi cuello un tierno beso, yo me volteé para abrasarlo y embriagarme con su rico aroma que tango me gusta. Liam es el tipo de hombre que lo miras y te pierdes en sus ojos azul como el océano profundo.

─¿Hoy te he dicho lo mucho que te amo? ─me preguntó volviéndome a besar en el mismo lugar.

─No. Y ya lo extrañaba. ─le respondí aferrándome a él como una lapa.

─Te amo mi Nena…. 

─Yo te amo más─. Le susurré. Deseo tanto que me haga el amor, necesito sentirlo dentro de mí, a parte mis hormonas están descontroladas y a mi pesar pienso mucho en sexo. Cuando vuelva al doctor y confirme que todo está bien le preguntaré si puedo estar con Liam. 

Mientras íbamos camino a la ceremonia Liam me preguntó si mis padres asistirían, aunque ellos me confirmaron su asistencia no estaba segura de que irían. Hace días que no hablo con ellos y sé que desde que me vean con Liam se me va armar, además ellos están concentrados con su nuevo negocio que espero les vaya bien y les ocupe todo su tiempo para que no se inmiscuyan más en la mía y me dejen ser feliz con Liam.

Quedé maravillada cuando llegamos, la entrada al jardín estaba como mi prima lo pidió, esos listones con lazos dorados y verde aceituna estaban hermosos. Y qué decir de la mesa con la foto de los novios, el arreglo de rosas y el libro de firmas quedaron como lo solicité, es un regalo para los novios de mi parte.

─Me encanta como quedó todo ─le dije a mi hombre mientras le tomaba de la mano.

─Ve pensando cómo quieres la nuestra ─respondió besando mi mano─. Me emociona saber que pronto seré yo la que desfilara por el altar para unir mi vida a la de mi Thor.

Hallamos al novio nervioso que iba de un lugar a otro mientras saludaba a los invitados. Los saludamos y me dirigí a buscar la novia que debía estar hecha un mar de nervios porque yo no había llegado.