Capítulo 21

No respondí al mensaje de mi amigo.

Quería disfrutar de mi vida un poco más.

Intentando quitarme el asunto de Yoongi de la cabeza, me puse a preparar la comida. Algo básico: arroz y varios acompañantes. La mayoría ya estaban prefabricados como el kimchi.

Preparé la mesa.

Había bastantes platillos.

Sonreí con amargura al verlos.

Siempre como sola, estén o no mis padres, ya que ellos solo vienen por la noche. Y, para qué mentir….soy muy vaga en cuanto se refiere a hacer mi propia comida. Siempre voy a lo precalentado y lo que más rápido se haga.

Normalmente comía en fiambreras o el mismo empaque de plástico (o cartón) en el que venía la comida.

Pero hoy había “visita” …. Y es una “visita” que se quedará aquí por algún tiempo. Tendría que mejorar como “anfitriona”.

Puse vasos para la bebida, un bol de arroz para cada uno y como doce pequeños platillos con carne, pescado, algas, kimchi, salsas, entre otros pequeños acompañantes.

A pesar de que esta es mi cultura, cuando veo otros países comer, me doy cuenta de la cantidad de platillos que manchamos para una comida. Cuando he estado en Estados Unidos, España, Italia….por viajes de negocios, hemos comido como ellos. ¡Sólo usan un plato o dos para comer!

Seguro que eso es un ahorro en agua y jabón.

Una vez todo preparado subí al baño.

Ese niño estaba tardando demasiado.

- Chico, ¿va todo bien? – pregunté mientras toqué a la puerta – si está todo bien, da un golpe – me apresuré a decir al recordar que es mudo.

No hubo respuesta.

Puse la mano sobre la manija para entrar.

Pero justo esta se abrió.

El chico me miró con timidez, sin levantar la cabeza del suelo. Tenía la toalla puesta sobre su cabeza, cayendo por los lados, mientras su pelo mojado caía por sus ojos sin dejarle ver con claridad.

Suspiré.

- Habrá que hacer algo con eso. ¿Quieres que te corte el pelo? – él se encogió de hombros. – Lo tomaré con sí.

Bajamos al comedor y le di una silla para que se sentara. Cogí la toalla de su cabeza y se la puse alrededor del cuello.

- No sé mucho de peluquería, pero creo que es incómodo que vayas con esos pelos.

Era como hablar con la nada.

Solo mantenía su cabeza gacha.

Las hebras llegaban a tocar sus hombros. Suponiendo que el chico tuviera el pelo completamente corto, típico corte de chico, habrá estado como un año o dos en la calle. Suponiendo que no se haya pelado desde el día que acabó así.

- ¿Quieres algo en concreto? ¿Corto? ¿por debajo de la oreja? – él solo se volvió a encoger de hombros.

Esa respuesta me dio vía libre. Empecé a cortar su pelo, le dejaría melenilla.

Con suavidad y mucho cuidado fui recortando su pelo poco a poco.

Al final me decidí a dejárselo a la altura de media oreja. El flequillo se lo recorté hasta las cejas.

En otra ocasión me habría dado vergüenza el estar cara a cara, y más cerca de 30cm, pero ya que él no levantaba la cabeza y no había reacción, parecía que estaba tratando con un niño pequeño de ocho años.

Una vez terminado, coloqué los mechones en su sitio de manera informal y le di un espejo pequeño que había en el mueble.

- Listo. ¿Te gusta? – me sentía muy orgullosa del resultado, lo había dejado realmente guapo.

Él se miró con intensidad, giró la cabeza a la izquierda y luego a la derecha.

Seguidamente me miró haciendo que me estremeciera.

Asintió con su cabeza y curvó unos milímetros la comisura de sus labios.

Hasta aquí este capítulo~

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

Mil gracias por el apoyo~

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