DESCOCERTADA

- Sabes.... estaba pensando que tomaras un descanso y te fuera de viaje con tu madre,

me muerdo el labio, miro a mi padre al recordar el plan que tengo para unirlo con mi mamá.

– pues no sé. Ella me dijo que estaba ocupada y no quiero ir sola… papá,  qué tal si nos vamos los dos….

- Hay mucho que debo hacer aquí hija mía.

– si ve papá que eres igual que mi mamá, tampoco me quiere. Se levanta de la silla y me abraza.

-  no digas eso, te amo con todo mi corazón,  seguro… te amo.

- Entonces vamos y me demuestras que me amas.

. – bueno, bueno, está bien.  déjame hablar Robert, para dejarlo a cargo.

Me lanzo en sus brazos y caímos sobre el sofá. Eres lo más lindo que tengo, le digo a mi padre, le doy un beso y salgo de su oficina para irme a la cocina por un café.

Venía con mi café distraída en el celular, cuando siento mi camisa empapada. 

- Idiota... no te fijas por donde andas....., digo al ver los zapatos, sin darme cuenta quien era.  sacudiendo   mi camisa con rabia  Levanto la vista al ver que no dicen nada y se aparta.

Ahí veo la joyita.

– oye… no me escuchaste…. acaso no te fijas por donde andas, se detiene y giro medio cuerpo para engruñar sus ojos.

- al parecer no ha prendido hacer educada señorita Gallur... su novio, el señor Amaya va tener que domarla, para que le quite lo engreída y e inmadura.

Se va dejándome con la boca abierta.

- Estúpido, idiota, hijo de su madre.

- Violeta, por favor que son esos gritos, dice mi padre saliendo de su oficina. El me mira y se acerca.

- que paso, porque estas así de sucia. le hago puchero. Me quedo pensando lo que hizo y dijo Víctor.

- Nada padre, lo voy a solucionarlo  ahora mismo, digo para dirigirme a la oficina del imbécil. entro sin pedir permiso, lo busco por todas partes y no está.

cuando siento que la puerta se cierra con seguro y su respiración en mi cuello.

– "me buscabas Violeta....", lo dice con una sonrisa al ver cómo me tenso.

– "pensé que era valiente",  que todo lo puede manejar.

 siento como rosa sus dedos en mi brazo. Me aparto de él y corro hacia a la puerta, pero él es más rápido y se interpone entre ella y yo.

– si viene a buscarme es porque es muy importante. Mis manos sudan

– sí, vine a decirle, que no se cruce en mi camino.

– qué bueno, que lo tenga claro, por lo mismo le pedí a su padre que la sacara de este proyecto, ya que con usted no se puede, es muy caprichosa e inmadura.

Me enfurezco y saco la mano, pero la coge inmediato.

– no lo doy permiso que me ponga una mano en mi cara, le aconsejo que no lo haga, no sabe lo que le puedo hacer en un momento de ira...., señorita Gallur. 

Me suelta la mano para apartarse de la puerta, salgo de ahí zumbando humo hasta por los oídos, quisiera llorar al sentirme impotente, este hombre me irrita fácilmente, cosas que con Robert no pasa, él es comprensivo y aguanta que yo lo mangonee a mi manera; pero al parecer el famoso Víctor de Deluke se cree el rey del mundo entero. Algún día te bajaran de esa nube imbécil, digo para mí misma.