Capítulo 31:

–Luna–

—¿Qué? —dijo Grabiel, acercándose más a mí.

—No me gustas —le repetí.

—Un mes de citas y me lo dices hasta ahora, ¿por qué? solo querías burlarte de mí —me gritó.

—No —le grité—, no me quería solo burlar de ti, solo...

—Solo que —me dijo.

—No sabía cómo decírtelo—

Grabiel se puso rojo y me agarró del cuello.

—Oye, suéltame —le dije.

—Vas a ser mía —me dijo.

—Oye, Gabriel, no eres tú —le dije, tratando de tranquilizarlo.

—Vas a ser mía, ¿oíste? —me gritó.

—Katy —grité, pero este me pegó una bofetada.

—Cállate. —No era él; empezó a tratar de desnudarse y yo traté de hacer fuerza.

—Grabiel, no hagas algo de lo que te vas a arrepentir —le dije una y otra vez.

—Por eso lo haré —me dijo.

Traté de morderlo, pero este empezó a asfixiarme.

—Grabiel, por favor, Katyyyyy —gritaba en eso, escuché los pasos de Katy subir.

—Grabiel abre la puerta —gritó esta.

—No —le respondió Grabiel—; esta perra será mía—

Escuché a Katy bajar y empecé a llorar. ¿Acaso estaba todo perdido? Grabiel me llevó con él a la fuerza, me tiró a la cama y empezó a tratar de bajarme los pantalones. Empecé a hacer más fuerza.

—Seré tu novia, pero no me hagas esto —le dije entre lágrimas.

—Sí serás mi novia y lo haré porque eres mi novia —gritó.

—Si lo haces, te demandaré y ya nunca seré tu novia —le dije.

—Eso lo veremos—

En eso Katy entró con la llave del cuarto y vio un garrón y le pegó a su propio hermano.

—Maldita —le gritó Grabiel.

—Hermano, compórtate —le dijo Katy.

—Noo —grito este.

—Nos iremos —le dijo Katy— y cuando reflexiones volveremos.

Katy me agarró de la mano y me llevó afuera; solo se escuchaba el llanto de Grabiel llorar y gritar: —¡Nooooo!— Katy me subió a un taxi y ella se subió.

—¿A dónde van? —le dijo el taxista.

—¿Dónde queda tu casa? —me dijo Katy y le di mi dirección al taxista...