Capítulo 57

Celine

Nunca me imaginé que Raiden pasaría por esto antes que yo.

Levante la mirada encontrándome con Larissa consolando a su madre, quien llora mientras mira el cuerpo del señor Donovan dentro de un ataúd. Hace unas horas estaba en la oficina de Raiden y ahora estamos velando a su padre.

Mire a mi lado, Raiden está sentado y tiene la mirada perdida, ni siquiera pestañea. Aprete su mano, pero no hubo reacción, así ha estado desde que llegamos a la funeraria.

El padre de Cassian, nos dijo que el señor Donovan, estaba tomando mucho y se la pasaba apostando en casinos en línea, perdió mucho dinero y se emborracho. Cuando se dirigía a su habitación, cayo por las escaleras y sufrió una fractura craneal que lo dejo sin vida al instante.

Es lamentable, hizo mucho daño, y estoy segura de que murió con muchos arrepentimientos. Arrepentimientos que ahora a Raiden le van a pesar por un largo tiempo o de por vida.

Mi familia llego, le di un abrazo a mi padre y el coloco una mano sobre el hombro de Raiden y le dio un apretón. Raiden levanto por fin la mirada y se puso de píe, mi padre lo abrazo y un par de segundos después, él reacciono y lo abrazo con fuerza dejando que algunas lágrimas cayeran de sus ojos. Lo mismo paso con mis tíos y Aylín, quien está destrozada. Ella es muy empática, así que el dolor de la familia Donovan, también es suyo.

—Lo siento tanto Lari. — mi solecito abrazo y lloro en los brazos de la menor de los Donovan. 

—Lo siento Raiden. — volvió a mirar a mi padre. Raiden solo asintió y sorbio por la nariz, quitándose las lágrimas de los ojos.

Me tendió la mano y la tome de inmediato, nos sentamos y mi padre se acercó a la señora Donovan y Larissa. Conforme pasaba el tiempo, la sala se llenaba de más y más gente. El padre de Cassian se encargó de que ninguna persona con cámara entrara a la funeraria, aunque por lo ruidoso que está afuera, es fácil saber que está lleno de persona de la prensa esperando a que algún familiar salga.

Algunas personas se acercaron a Raiden, el solo asentí en silencio a sus palabras y volvía a bajar la cabeza. Cuando veían nuestras manos entrelazadas, las dudas aparecían en sus rostros, sobre todos de los que venían acompañados con sus hijas, quienes me echaban una mirada desagradable.

—¿Qué haces aquí? — giré la cabeza y me sentí un poco nerviosa al ver a Larissa con una expresión severa hacia Ellie.

—Yo, solo quería darles el pésame. — la rubia miro hacia el ataúd. —El señor Donovan fue amable conmigo, y me duele que haya muerto. — miro de nuevo a Larissa. —En verdad lo siento.

Dos adultos, una mujer y un hombre, se acercaron detrás de Ellie y miraron a Larissa y la señora Donovan con pena. Larissa bajo la mirada mientras esas personas que supongo son los padres de Ellie, le daban el pesaba a la señora Donovan y algunas palabras de consuelo.

Después de hacer lo mismo con Cassian y sus padres, miraron hacia nosotros —en realidad a Raiden— y se acercaron. Raiden seguía con la mirada en el suelo y sin moverse, cuando llegaron frente a nosotros, le di un leve apretón en las manos y levanto la cabeza.

—Raiden. — suspiro y se puso de pie. —Lo siento mucho.

Me levante también y mire hacia abajo, sentía la mirada de Ellie sobre mí, pero esta vez era diferente. No sentía esa sensación de resentimiento y yo tampoco me sentía inferior ante su mirada.

—Lo siento, tu padre en verdad… — deje de escuchar las palabras de la mujer y levante mi cabeza hacia Ellie.

—Hola. —  saludo con una leve sonrisa. —Yo quiero disculparme. — mi boca se entreabrió. —Lamento en verdad haberme comportado tan horrible hacia ti. — me quede sin palabras, en verdad era algo que no esperaba.

—Eso… — no pude continuar ya que en verdad no sé cómo reaccionar y eso le causo un poco de vergüenza a Ellie, quien bajo un momento la mirada.

—El señor Donovan me llamo y me dijo que, si lo ayudaba a separarte de Raiden, me apoyaría para acercarme a él y formar parte de la familia Donovan. — rio de una manera avergonzada. —Yo no lo hacía porque sintiera amor por Raiden, estaba segada por mis ambiciones. Quería tener más de lo que ya tengo. — me miro con pena. —Y entonces escuche un poco de lo que estas pasando y ahora esto. — suspiro. —La vida puede terminar en cualquier momento y sin previo aviso, así que quiero disculparme con las personas a la que dañe y así poder intentar ser una nueva versión de mí.

Mire a Larissa, ella nos observa con detalle, temerosa de que Ellie haga algo que pueda lastimarme.

—Me disculpare con ella apenas termine aquí. — volví a mirarla. —En verdad le hice mucho daño, pero la realidad es que estaba celosa. — fruncí el ceño. —Larissa es hermosa, nunca necesito esforzarse para ser bonita, ella lo es por naturaleza. En cambio, yo me sometía a estrictas dietas y me ponía miles de cremas para tener una piel perfecta. — cerro sus ojos y negó suavemente. —Cuando me conto del chico que le gustaba, en verdad quería apoyarla, pero los celos fueron más grandes y…

—Lo entiendo. — me acerque un paso. —Estoy segura que Larissa también quiere terminar de una vez con todo este resentimiento y de algún modo aceptara tus disculpas. — extendí mi mano. —Por mi parte, todo esta olvidado. — ella sonrió y tomo mi mano, sacudiéndola levemente.

—Gracias, Celine.

En ese momento su madre dejo de hablar con Raiden y ella le dio el pésame y se disculpó por hacerle pasar un mal rato. Cuando se retiró, volvió con Larissa y ambas salieron por otro pasillo, para hablar a solas.

Volvimos a sentarnos, las horas pasaron y entre más gente llegaba, otra masa se retiraba. En un punto me quede mirando fijamente el ataúd, desde esta distancia no se ve nada, pero la escena de mi padre dentro y ser yo quien este recibiendo tantos pésames y palabras de aliento, me erizo la piel. Saber que ese día llegara en algún momento me atemoriza, pero si mi padre fuera el que este ahí dentro ahora, no dejaría de observarlo hasta que su imagen se grave fuertemente en mi mente.