¿Me voy o nos vamos? Pt1

No le hablé, paso a mi lado y seguí como si no lo hubiese visto, estaba dolida por sus palabras, debería dejarlo pasar y no darle importancia, a fin de cuentas, tenía algo de razón, me hacía daño a mí misma. Había pasado una semana, pero que podía hacer para remediar lo sucedido, alejarme es lo que mejor sabía hacer en lugar de afrontar la situación escapaba una y otra vez como una cobarde.

—¿No vas a hablarle? —Lai se sentó a mi lado en una de las bancas cerca del edificio donde tendríamos la última clase.

—Por ahora prefiero no hacerlo, me duele saber que tiene razón, solo es cuestión de tiempo para que todo vuelva a ser como antes, a fin de cuentas, sigue siendo mi amigo.

 —Bueno, no lo pienses mucho y habla con él, pero con calma, él te entenderá.

—Sí, lo haré, ha estado conmigo al igual que tú, aunque a él no le cuento lo mimo que, a ti, pero ahora vamos a clase antes de que llegue el profe.

—Eres extraña mujer, llegas tarde y después te preocupas por llegar antes, pero vamos.

No había dormido bien, habíamos empezado los exámenes finales, a pesar de la ayuda de Jungkook, seguía estudiando por mi cuenta, y anoche sin darme cuenta había pasado más de medianoche cuando me fui a dormir por lo que en la mañana me costó despertar con el sonido de la alarma. Ni siquiera había escuchado las llamadas de Jungkook hasta que escuche el timbre y era él.

Nos encontrábamos los dos en mi departamento comiendo, había sido algo difícil después de tanto tiempo comer normal por así decirlo. Intentaba convencer a Jungkook de que llenara la solicitud de intercambio, aun había tiempo, pero se negaba a hacerlo, es muy apegado a su familia, y estar lejos por medio año era mucho para él, además de que una de sus excusas es que no sabría como acoplarse estando en Londres.

—Kookie, eso está de más, será medio año, lo suficiente para acostumbrarse, ¿Por qué no quieres intentarlo?

—No lo sé —me miro con una sonrisa muy característica de él mostrando sus dientes frontales luciendo tierno.

—Es mejor hacer las cosas que después arrepentirse por no haberlo hecho.

Coloco su mano sobre la mía —está bien, me convenciste cuando terminemos de comer llenare la solicitud.

No podía comer bien, más bien no comía si podía evitarlo, pero con ayuda del chico frente a mi había aceptado la ayuda profesional, a pesar de la insistencia de Lai, no lo había hecho, pero ya no me sentía bien conmigo como para seguir posponiéndolo.

Antes de que pudiéramos concluir con el llenado de la solicitud, el timbre sonó un par de veces —iré a ver quién es —me levante de la barra y fui hacia la puerta encontrándome con mi madre algo enojada, como siempre que me veía.

—¿Qué? ¿no me vas a invitar a pasar? —me hizo a un lado pasando por iniciativa propia.

—Lo siento, no esperaba tu visita madre.

—Bueno, a ver si dejas tu caprichito y regresas a trabajar, que ya me cansé de los reclamos de tu padre por tu culpa.

—Madre, por favor, no es el momento, volveré mañana.