Todo viene con condiciones pt1

Parecía que el tiempo pasaba más lento, sentía que algo no estaba bien, demasiada tranquilidad no anunciaba nada bueno, dejando eso de lado era mejor estar en calma en lo que Jungkook hacia acto de presencia.

Acomodé varias cosas en una maleta pequeña, lo más importante. No me hacía falta nada, según mi lista mental estaba todo listo, solo era esperar a que llegara Kookie. Dejé la maleta en el armario y fui a la habitación —¿Qué haces aquí? —me detuve al ver a mi madre enfrente de mí.

—Parece que no quieres verme. Al fin te encuentro, toma —me entrego un sobre —deberías hacer tus maletas, que regresas a casa con nosotros —miro alrededor de la habitación.

—No me iré a ningún lado, no quiero verte, eres mi madre, pero no me tratas como a tu hija.

—Siempre quieres llevarme la contraria.

Antes de que mi madre dijera algo más Jungkook entro al departamento —T/N, ¿Dónde estás? —hablo desde la sala.

—Ya voy —dije lo suficientemente alto para que me escuchara.

—Te dije que no quería verte con ese chico —su semblante cambio —o le dices que se vaya o voy yo, tú decides.

Sentía impotencia, no sabía qué hacer en esta situación, estaba entre la espada y la pared, no quería hacer lo que mi madre decía, pero a estas alturas no tenía más opciones —iré yo, no salgas por favor—deje a mi madre en la habitación.

—T/N, ¿nos vamos? —iba a abrazarme, pero lo aparte —¿Qué sucede?

—Debemos terminar esto, es por el bien de los dos, perdóname, pero no podemos seguir.

—¿Es una broma cierto? —negué —pero estaba todo bien, ¿Qué hay de los planes que teníamos, porque ese cambio tan repentino? Me dijiste que…

—Se bien lo que dije, pero ahora me retracto, no quiero que te pase nada malo, así que ahora debemos seguir cada uno, por su lado, no hagamos las cosas más difíciles, así que es mejor que te vayas.

Su mirada de confusión y de tristeza me decían que me rompían el corazón, trataba de ser fuerte, no pensar en mí, quería protegerlo de mi madre, si el estaría bien alejado de mí, entonces estaba bien. —Necesito una explicación, como es que terminas una relación y me dices simplemente que me vaya, teníamos planes.

—Pero ahora han cambiado, y será mejor que te vayas, es por tu bien.

—No, es que no entiendo por qué haces esto.

—Jungkook, vete, por favor —y así lo hizo, cerró la puerta, me quede ahí en silencio, escuchando mi corazón partirse.

Quería estar sola, llorar hasta no poder más, pero mi madre estaba ahí —ahora recoge tus cosas, que Min Ho nos espera abajo.

—Hice lo que me pediste, ¿al menos podría quedarme aquí?

—No, y no está a discusión, así que toma tus cosas, rápido, que no tengo tu tiempo —fui a la habitación y tomé la pequeña maleta.

Cuando más intento aferrarme a algo bueno… esa calma que empezaba a llegar solo era la antesala al huracán que estaba llegando. Prometí ser fuerte, pero este tipo de situaciones no hacen que quiera seguir en esta vida. Limpié un par de lágrimas que habían salido, y salí de la habitación.

Mi madre no dijo ni una palabra durante el camino de regreso, y yo no pensaba entablar algún tipo de conversación, no tenía ánimo de nada, solo quería encerrarme en mi habitación con la intención de dormir y no ver a nadie. Si tan solo hubiese estado consciente del daño que me hacía, hubiese tenido tiempo de escapar de esta cruel tortura.

Al llegar a casa fui directo a mi antigua habitación, deje las cosas a un lado y me quede en silencio en la cama, viendo hacia la nada. Por suerte no había nadie más en casa, no quería ver a mi padre, y ver a Chiara no ayudaría de mucho, esta impotencia no la podía solucionar, mi madre sabía muy bien como manipular a Chiara, así que no tenía muchas opciones.