Capítulo 53

- Beomie, mira la cámara, ¿sí?

Beomgyu bebió de su botella de agua, mirando con ojos curiosos a Taehyun que durante toda la práctica no había dejado de tomarle fotos. Es más, incluso si ahora estaban en los vestuarios, el de cabello ceniza estaba empecinado en hacer de paparazzi.

- Tú eres guapo incluso si sólo bebes agua, ¿sabes? - Le felicitó lleno de orgullo.

- ¿Por qué sigues haciendo eso? - Alejó la botella, mirándole con cara de pocos amigos. - Es incómodo, hyung.

- ¡Es por un bien! Le mandaré las mejores fotos a Yeonjun y escribiré "lindo, ¿cierto?". Entonces confesará que te ama, te pedirá matrimonio y vivirán en un castillo muy grande.

- Ah, y yo creía que mis sueños con Huening Kai eran irreales... - Heeseung suspiró, sentándose entre ambos.

- Es que sí lo son. - Murmuró el de cabello ceniza, juntando las fotos para enviarlas al peliazul. - ¡Hey! - Se quejó cuando el pelinegro le empujó, lleno de ofensa.

- ¿Qué te dije el otro día? ¡Deja eso, Tae! - Taehyun hizo un puchero, sin comprender por qué la insistencia de Heeseung en hacerle dejar su papel de perfecto cupido. Beomgyu, por su lado, intentaba seguir el ritmo de su conversación. - Como sea, chicos, tenemos un problema ahora. - Heeseung tomó su celular, enseñándoles la pantalla para mostrarles distintos videos de sus prácticas. - Tenemos 6 rutinas distintas de baile. - Torció el gesto. - ¿Saben qué significa eso?

- Que somos muy geniales, ¿cierto? - Taehyun sonreía abiertamente.

- Tae, te has juntado mucho conmigo, ¿cierto? - El pelinegro negó con la cabeza, restándole importancia. - La cosa es, el aniversario está más cerca de lo que parece, tenemos que decidirnos de una vez por todas por una rutina.

- Pero a mí me gusta más de una...

- No podemos hacer tantas presentaciones.

- ¿No podemos hacer una mezcla? - Ambos se giraron hacia el castaño, quien se había conservado en silencio. - Es decir... hacer las 6 rutinas fragmentadas, ir intercalando la música y... - Rascó su barbilla. - Bien, es sólo una idea, sé que resultará demasiado pesado y tendríamos más trabajo, pero...

- Lo tendremos. - Interrumpió Lee. - Pero no es nada imposible, ¿no? - Y luego enseñó una gran sonrisa, contagiando a sus compañeros. - Ah, Beomie, siempre supe que era una buena idea reclutarte, ¡hice bien en traerte aquí! - Halagó, golpeando su hombro cariñosamente.

- No, ese fui yo. - Taehyun defendió, Heeseung rió mientras se levantaba.

- Es lo mismo, Tae. - El de cabello ceniza estuvo a punto de rebatir, pero terminó por darse por vencido al ver que Beomgyu también se había levantado para recoger sus cosas.

Los tres salieron de los vestuarios, encontrándose con Yeonjun que sonrió instantáneamente al verles. Sus ojos se posaron en el chico de revoltosa cabellera castaña y su sonrisa sólo se ensanchó más mientras se acercaba a él. 

- Hey. - Saludó. - ¿Estás listo?

- Creo que sí... - Beomgyu mordió su labio inferior nervioso, girando a ver a Heeseung y Taehyun. - Chicos, ¿va...?

- ¡Oh! ¡Olvidé algo en la sala de prácticas! - Interrumpió Taehyun.

- ¿Te acompaña...?

- No, no, que va, ¡no los quiero hacer perder tiempo! Anda, váyanse ustedes solos, ¡tienen mucho de que hablar con el abuelo Kim! - El de cabello ceniza empujó al peliazul y al castaño, obligándoles a caminar. - Hee me acompañará, ¿cierto? - Heeseung sólo tenía su ceño fruncido. - Él acaba de asentir, ¡muy bien! ¡Que tengan una bonita tarde! ¡Saludos al abuelo Kim!

- Él está un poco eufórico, ¿no? - Yeonjun rió despacio mientras acomodaba la mochila en sus hombros, mirando de reojo a Beomgyu que le sonreía avergonzado.

Taehyun suspiró, viendo a ambos chicos alejarse finalmente. Quería golpear su pecho con orgullo tras un trabajo estupendo y chocar los 5 con Heeseung en modo de celebración, pero lo cierto es que un malestar se extendió en su estómago al ver a sus amigos reír entre ellos mientras desaparecían por el pasillo. 

- ¿Taehyun? - El pelinegro lo llamó al ver cómo la felicidad desaparecía completamente de su rostro mientras su mirada se conservaba confusa. - ¿Sucede algo?

- Creo que tengo hambre. - Giró a verle, forzando una sonrisa inconscientemente. - No tienes que trabajar hoy, ¿cierto? Vamos a comer algo juntos.

- Tú no te has dejado nada en la sala de prácticas, ¿no? - La sonrisa de Taehyun se llenó de culpabilidad y Heeseung suspiró, negando con la cabeza. - En serio, ellos pueden llevarlos por sí solos, no hagas esto.

- ¿Qué cosa? Quiero ver a mis amigos felices. Yeonjun hyung por fin podrá salir con un chico que lo merezca y Beomgyu es grandioso, ¡hacen una combinación perfecta! - Mas la expresión de Heeseung no delataba estar de acuerdo. - ¿Tú no lo crees? - Sonaba decepcionado.

- Tú... ¿no te sientes extraño? - Preguntó cuidadosamente.

- Bien... - Llevó una mano a su estómago. - Sólo es hambre, ¿sabes? - Heeseung suspiró, completamente rendido, comenzando a caminar hacia la salida también. - ¡No me dejes atrás!

- Sólo aprende cuándo detenerte, ¿sí? - Taehyun le miró confundido, caminando a la par de él, y se preguntó por qué su corazón golpeó de repente como si él sí fuera capaz de comprender lo que estaba pasando.

***

El camino al asilo fue bastante silencioso. De vez en cuando, Yeonjun intentaba iniciar una nueva conversación mediante pequeñas bromas que hacían reír al contrario, pero todo acababa ahí. Beomgyu parecía querer poner de su parte, pero lo cierto era que la ansiedad lo estaba consumiendo. El peliazul lo sabía, por supuesto, ya había reparado en el continuo movimiento de sus dedos tirando de su abrigo o la manera en que nerviosamente tomaba la cámara que colgaba de su cuello sin intención de nada más, simplemente de sostener algo. Había tenido en varias oportunidades la tentativa de atrapar su mano, abrazarla con la suya, con la más pura intención de brindarle calma y recordarle que él estaría ahí, animándolo, pero rápidamente la timidez le carcomía y no hacía nada.