De presa a depredador

Capítulo Veinticinco

Al día siguiente

Jueves, 14 de Enero de 1700

Noah García

- ¡Estas ejecuciones no pueden seguir ocurriendo, no sin nuestra autorización!- dice el Sub-General Delanttre. Los gritos de La Armada con respecto a mis decisiones me hacian doler la cabeza.

Leones endemoniados, solo buscaban la forma de hacerse más poderosos, creyendo erróneamente que iba a caer en sus juegos y trampas para hacerme el mal.

- ¡Es ella quien decide al final a quien ejecutar o no!- dice el Coronel Lennox.

El día de hoy, decidí tomar la vida de otros cinco prisioneros dentro de las cárceles subterráneas y deshacerme de ellos como se debía: una bala en la cabeza. Con una segunda jornada de ejecuciones, los reclamos de La Armada con respecto a mi decisión tan drástica de ejecutar 25 personas en casi tres días eran de esperar, mas ya estaban llegando a mi límite.

- Silencio- dije, el dolor de cabeza era insoportable.

- ¡No puede tomar decisiones como si nada, no ahora: aún es muy joven para tomar decisiones como ejecuciones o persecusiones!- dice ahora el Teniente-Coronel Daft

- Silencio- pedí una vez más, si puediera me arrancaría la cabeza para dejar de sentir este dolor y escuchar sus voces.

- ¡Así sea que hablemos con ella, será la única que decidirá si seguir con sus planes o no!- dijo ahora el Coronel Mallory.

- Silencio- dije nuevamente.

Ugh, maldito dolor de cabeza.

- ¡No puede hacer lo que se le de la gana por estar en ese puesto!- dijo el Teniente Miller.

- Silencio- estaba a punto de desmayarme del dolor

- ¡Exacto, no puede y no lo hará: una niña no arruinará la reputación de Academia Militar a matadero!- dice el Sub-General Delanttre y pierdo la paciencia.

- ¡¡QUE SE CALLEN!!- les grité, dando un golpe a la mesa y llamando finalmente la atención a todos los presentes- ¡¡ESCUCHEN LO QUE VOY A DECIR PORQUE SOLO LO DIRÉ UNA VEZ: MI DEBER ES VELAR POR LA SEGURIDAD DEL MUNDO ASÍ TENGA QUE DERRAMAR LA SANGRE DE MIL Y UN PERSONAS Y SU DEBER ES SEGUIR MIS ÓRDENES Y PASOS AL PIE DE LA LETRA, SIN QUEJAS, SIN RECLAMOS!!- me levanté de mi asiento y todos se sentaron- Un reclamo, un maldito y estúpido reclamo más que escuche y van a conocer quien soy enojada. La paliza a Xavier White hace una semana no será nada- adverti.

- General- empezó Thiago Delanttre pero lo detuve solo con la mirada.

- Piense bien sus palabras, Sub-General: le recuerdo que he pasado de ser presa a ser depredador, se bien como lastimar a mis presas y no le gustará ser parte de mis ellas- dije y se mantuvo callado- Respecto a las ejecuciones, tal y como estaban reclamando antes: necesito liberar espacio en las cárceles para mis nuevos invitados, los cuales traeré uno por uno con persecusiones- dije, me di la vuelta y Miller me interrumpió.

- Es muy peligroso, al ser nueva en este puesto: trataran de asesinarla tan pronto como sea posible- dijo y me giré hacia él.

- Entonces, ¿Cuál es su plan, Teniente Miller?- pregunté.

- ¿Mi plan?- pregunta con asombro.

- Si cree que estoy siendo muy arriesgada es porque debe de tener un plan menos peligroso pero tan eficiente como el mio- dije- Así que, cuéntenos: tal vez sea un buen plan que nos sirva- dije con una sonrisa.

- ...

- ¿No tiene un plan, Teniente Miller?- pregunté con fingida sorpresa.

- ... No General, no lo tengo- contesta

- No me vuelva a interrumpir si no tiene forma de argumentar sus palabras- le dije y él asintió.

- Disculpe, General- dice y yo vuelvo la vista a la ventana a mi lado izquierdo, dando la espalda otra vez.

- Como decía antes de la interrupción del Teniente Miller, las persecusiones comenzaran casi de inmediato después de mi ascención: de esa forma voy a reforzar mi poder y crear miedo. El respeto se consigue con el miedo y no quiero que tengan el estúpido pensamiento que soy débil- Ahora es el turno de interrumpir de Delanttre.

- ¿Y son necesarias todas estas ejecuciones para ello?- pregunta y veo como el viento mueve algunos árboles.

- El General Adam White para poder acceder al puesto de General, ejecuto a cerca de 70 personas: siendo 60 de ellas soldados estudiantes de La S.W.A.T y entre esos otros 10 se encontraba el General Enzo White...- no pude terminar debido al golpe del Sub-Teniente Saavedra. No regresé a verlo.

- Puede fusilarme si lo desea pero no tiene derecho a igualarse con El General Adam White- dijo.

- No, tienes razón: él hubiese sido aceptado como General incluso si hubiera ejecutado a La Academia entera- dije y me volteé hacia ellos- Pero yo no, yo si tengo que luchar debido a que una vez sea ascendida: van a tratar de matarme porque no les voy a demostrar miedo- Me coloqué a lado de mi silla- Todos van a esperar a que demuestre un paso en falso para atacar: como leones hambrientos esperando a que un ciervo se distraiga. Y no puedo mostrarme débil- me senté- Y si quieres tratar de asesinarme: los mataré yo, no me importa cuanta sangre tenga que derramar. Ni la cantidad ni a quien pertenezca.

Nadie dijo nada, solo se miraron unos a otros y guardaron silencio.

- ¿Qué? ¿Ustedes también creían que no iba a tener la actitud y la aptitud para este puesto? ¿qué no iba a estar preparada para los ataques que vendrían?- su silencio me dio una respuesta, la clase de respuesta que me imaginaban- Deben dejar de subestimarme, creo que ya les he demostrado a todos que no van a lograr vencerme: no lo hizo Adam White, no lo hizo Xavier White, ni Gabriel Bianco ni su ejército, ni ninguno, ni siquiera la propia Academia cuando me enfrente a ella ¿Qué les hace pensar que ustedes lo harán?

Nuevamente se quedaron en silencio.

- Sus gritos de mujeres en parloteo me han hecho doler la cabeza- dije y me acaricie la sien- La próxima vez que pidan una reunión conmigo: piensen bien lo que me van a decir, y no venir a quejarse como si fueras viejas locas- Me levanté y todos bajaron la cabeza- Y eligan bien quien los va a sustituir, porque así como los he tratado a ustedes, los trataré a ellos. Necesito reunirme con sus herederos a las seis del día de hoy- dije y dejé la sala de reuniones.